En 1998 el mundial de futbol organizado en Francia sería testigo de la aparición de un equipo que fue denominado el "caballo negro" de la competición: Croacia. Esta selección llamaba la atención no sólo por su estilo de juego aguerrido sino también por los uniformes que contrastaban con lo que usualmente se veía en los representativos de otras naciones. Por si esto fuera poco, el goleador del torneo fue el delantero de esta selección, todo parecía un sueño para la nación que hacía su debut en la justa mundialista pero, ¿qué había detrás de ello? ¿De dónde había salido este grupo de jugadores que había ganado el apoyo de millones de aficionados alrededor del mundo por la sorpresa que significaban?

El documental parte de los primeros indicios independentistas que surgieron en la hoy extinta Yugoslavia, en donde las diferencias religiosas y étnicas que sus pobladores habían dejado de lado durante la presencia del general Tito, habían regresado con mayor fuerza y salían a relucir a través de la liga de futbol del país, en donde había equipos que representaban en buena medida el sentir del pueblo serbio y el croata.
Este planteamiento evidencia una investigación bien cimentada que se apoya en una buena cantidad de imágenes de archivo (tanto de televisoras locales como de la FIFA) en donde se nos muestra en buena medida cómo era la situación social y nacionalista que comenzaba a hacer mucho más latente a finales de los 80. Esta premisa se sustenta gracias a los diversos testimonios de los jugadores protagonistas de la selección, quienes rememoran su experiencia ante la guerra de los Balcanes y todo lo que este conflicto generó y motivó en ellos para alcanzar sus logros.

Vatreni, es una cinta que sale del molde de lo hecho recientemente relacionado con el futbol en nuestro país, paradójicamente sin hablar del futbol mexicano. Tiene el gran acierto de dejar al deporte de lado para profundizar en una historia que caló mucho más en cada uno de los pobladores de Croacia, el desentrañar los sucesos político-sociales que rodeaban a los jugadores nos lleva a entender la importancia que tiene el deporte no sólo para evidenciar la caída de una nación sino también (y quizá mucho más importante) para fomentar la identidad y la unión de una que nace. Una historia que sin duda debe ser conocida no sólo por lo logrado en aquel mundial sino por la motivación que representó en su momento todo lo que giraba alrededor de un balón.
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