jueves, 31 de marzo de 2016

Creatividad ante la adversidad. Los bañistas.


Por: Manuel Hernández-Samperio

La actualidad en México está plagada de inconformes, gente desempleada, crisis económicas, manifestaciones que son cada vez más frecuentes, ante esto los gobiernos han sido incapaces de crear respuestas que vayan más allá de su beneficio y a cambio se trata a la población con largas que han provocado, entre otras cosas, plantones. Justo de una situación así es que saca provecho Los Bañistas de Max Zunino.

La película nos presenta a dos personajes entrañables que se irán relacionando poco a poco. Flavia, una joven de Cuernavaca que vino con la misión de estudiar a la Cd. de México, odia la idea de volver a su lugar de origen para evitar convivir con sus padres se están divorciando, pero se enfrenta a la situación de que sus escuela está en un paro indefinido, esto la obliga a vivir en la casa que su tía le presta, hasta que llega el momento en que su tía (la dueña) le pide que desaloje el lugar.

Por otro lado encontramos a Martín, un hombre de edad avanzada, que tiene un trabajo "estable" hasta que la crisis lo obliga a cerrar su negocio. A su edad (más de 60) se ve en la necesidad de conseguir un nuevo empleo, algo que parece casi imposible en una ciudad (o un país) en donde lo que sobra es la mano de obra y con mucha menor edad.

La película, rodada con un presupuesto mínimo, pues se desarrolla en su mayoría en dos departamentos, sin embargo, tiene una historia con gran fuerza y el desarrollo de la misma tiene cosas interesantes, el primero de ellos (y quizá el principale) es hablar sobre la solidaridad, cuando a Flavia la echan del departamento, Martín es el único que está ahí y ella intentará hacer algo para retribuirle la hospitalidad.
Otra característica es el hecho de combinar encuadres o escenas que provienen totalmente de la realidad para contextualizar más la trama, entendiendo por ello algunas manifestaciones, policías golpeando gente, etc.

El guión, además de proponernos una historia en donde dos personajes tienen se ven obligados a convivir, sin tener un lazo sentimental y es más bien por ser aferrados, también plantea muchos momentos de comedia dentro de los diálogos que ayudan, en buena medida, a definir a los personajes.

Las actuaciones son destacables, Sofía Espinoza, Juan Carlos Colombo y Harold Torres hacen un trabajo y llevan en sí la mayor parte de la historia, en específico el mayor peso dramático cae sobre Sofía Espinoza quien sabe cómo salir avante y hacer que su personaje empatice con el público.

Los aspectos técnicos como el sonido o la fotografía están bien logrados y en el caso de la iluminación trabaja para la misma historia, ayudando a crear ciertas atmósferas según las acciones que atraviesan.
Los Bañistas plantea situaciones que hacen que, como mexicanos nos sintamos identificados, son problemáticas que nos han aquejado desde hace muchos años y seguramente lo seguirán haciendo (las desigualdades se profundizan cada vez más,) pero donde también se da espacio a la amistad, la solidaridad y sobre todo, el ingenio que caracteriza a los mexicanos para resolver infinidad de problemas.

Los BañistasMax Zunino, México, 2014, 83 min. Con: Sofía Esponoza, Juan Carlos Colombo, Harold Torres, et. Al.  


martes, 29 de marzo de 2016

Un homenaje al suspense. Hitchcock/Truffaut.

Por: Manuel Hernández-Samperio

En 1962 Alfred Hitchcock y Francois Truffaut mantuvieron una serie de charlas en donde el francés fungió como periodista con el fin de develar algunos secretos en la forma de narrar del inglés. El resultado de estos encuentros está contenido en un libro que se publicaría cuatro años después con el nombre de "El cine según Hitchcock", volviéndose una referencia obligada para cinéfilos y estudiosos del cine que han encontrado eél, material importante para desarrollar teorías o simplemente para comprender desde otra perspectiva la creación fílmica. 

Tomando este hecho como la referencia de partida Kent Jones presenta en Hitchcock/Truffaut herramientas que permiten corroborar el hecho de que el denominado "maestro del suspense" no ha sido un director que se ha quedado en el plano del entretenimiento, más allá profundiza en un análisis y explicación del porqué debe mirarse a Hitchcock como artista, pero sobre todo y lo que es más importante, determinar las causas que lo hacen vigente en nuestra época y uno de los directores más influyentes en la formación de nuevos cineastas.

La investigación, que sirve también como un homenaje a las influencias que han tenido varias decenas de realizadores, incluye los testimonios de algunos personajes famosos en la industria como Wes Anderson o Martin Scorsese.

La película en ciernes es una propuesta, que al igual que el libro antes mencionado, puede (y debe) ser abordado por todo cinéfilo que se autodenomine así, pues es una radiografía de dos hombres, que con su trabajo y sus ideas fueron determinando o cambiando la manera de hacer cine. Se nos presenta así el método milimétrico en el que Hitchcock planeaba y diseñaba cada uno de sus guiones, siguiéndolos religiosamente para concluir con las obras que todos conocemos y que, contrario a su nulo reconocimiento por parte de la academia (sólo se le reconoció por su carrera, pero nunca ganó un Óscar), han trascendido la barrera del tiempo.
Con una investigación que se antoja un poco superficial, pues sólo se basa en los audios registrados en aquellas entrevistas y que es información que muchas veces ha sido divulgada, pero que aporta aquello que se recolectó en las entrevistas realizadas para el documental, en donde, se recae gran peso del contenido, pues gracias a esto, se incluyen análisis cinematográficos de dos de las más emblemáticas películas de Hitchcock: Vertigo y Psicosis.

También debe decirse que no se profundiza en la figura de Truffaut, sólo se lo menciona como el realizador de la entrevista y en un par de entrevistas, pero la investigación con respecto a él no va más allá. La utilización del material de "archivo" basado en las películas que se van mencionando es un acierto, pues complementan e ilustran en buena forma las opiniones vertidas.
El documental, que es un homenaje a estos dos cineastas y al cine en sí puede ser visto por conocedores del tema y por aquellos que van iniciando en él. Los conocedores irán recordando momentos importantes en la historia cinematográfica y reconociendo los fotogramas de cada película, quienes son más nóveles en el asunto tendrán una buena oportunidad para adentrarse en las temáticas, obsesiones y temores de uno de los cineastas más trascendentales en la historia de este arte.

Hitchcock/Truffaut de Kent Jones, Estados Unidos, 2015, 79 min. Con: Wes Anderson, Martin Scorsese, Mathieu Amalric, David Fincher, et. al. 


lunes, 28 de marzo de 2016

Un poco de filosofía en el universo cinematográfico. Cosmos.

Por: Manuel Hernández

El cine, como todas las artes, tiene una relación estrecha con la filosofía, de la cual se alimenta y a la que alimenta con algunas reflexiones o temáticas que lleva a la pantalla para trasnmitir un mensaje, han habido casos de filósofos-cineastas y de cineastas que realizan ensayos filosóficos a través de la imagen. Esta introducción, (que bien suena a trabalenguas) nos funciona para situarnos en Cosmos, las más reciente y última película de Andrzej Zulawski. 

Witold, un estudiante de derecho a quien no se le da la escuela y su amigo Fuchs, quien renunció a su trabajo llegan como visitantes a una casa de huéspedes en donde se encontrarán con una familia muy poco convencional, con unos personajes que tienen hábitos que no concuerdan con lo aceptado socialmente y cuya convivencia sale de los parámetros de los social. Witold tiene como afición la escritura, ya ha realizado una novela que su padre ha desdeñado y a Fuchs le interesa pasarla bien. 

Durante su estancia en este lugar, comienzan a encontrar algunos cadáveres de animales que rodean la casa, por lo cual los visitantes comenzarán a investigar los hechos para determinar qué es lo que sucede y por qué; al mismo tiempo Witold sigue escribiendo su próximo libro, las pesquisas los llevarán a un viaje a la provincia en donde se desentrañará todo el misterio sobre las muertes.

Estamos ante una película que podemos catalogar como "densa", tanto por la forma de contarse como por lo que se cuenta. Con esto nos referimos a que dentro de la misma existe una gran cantidad de información que exige del espectador estar atento para ir conociendo los detalles y no perder el hilo de lo que se va contando.
Si bien la película es la adaptación de una novela del escritor Witold Gombrowicz, nos encontramos ante un guión que propone una reflexión constante sobre la multidimensionalidad, tanto temporal como en la posibilidad de estar representados como persona en diferentes lugares a la vez. Gracias a lo anterior, la trama da constantes saltos, con lo cual espectador puede y debe ir haciendo conexiones que le permitirán llegar hacia el final (o finales) que se proponen. 
Si eso fuera poco, la intención de Witold (el personaje) de escribir le va aumentando la información y le va "quitando" coherencia a la trama, pues son diálogos que contienen citas de diferentes filósofos (inclinados hacia los existencialistas y en esta corriente hacia Sartré) o simplemente momentos retratados de manera metafórica que sacan de contexto lo que se está viviendo.

Los personajes, que padecen enfermedades extrañas y que tienen formas de pensar muy distintas entre sí y por esto mismo resultan peculiares tienen psicologías un tanto complejas y que van revelando en cada uno de los diálogos su manera de percibir la vida, la estética o la misma muerte. Al respecto se puede decir que también las interpretaciones son buenas, destacando la de Jonathan Genet (Witold), Sabine Azéma (madame Woytis, la anfitriona) y Jean-Francis Balmer (Leon, su esposo), el primero atraviesa ciertos ataques desconcertantes pero bien actuados, la segunda tiene la capacidad de ser un personaje que termina siendo molesto tanto por la manera en que actúa como por el diseño del mismo y el tercero, que tiene una personalidad un tanto más tranquila, pero que también tiene una buena participación con su personaje.
La fotografía también es de destacarse, conforme va avanzando la trama se van haciendo más notorias algunas intenciones o algunos valores que tiene la misma, aunque aquí cabe bien aclarar que aunque se nota una curva que va cambiando conforme la historia avanza, no se vuelve protagonista de la cinta, sino que al contrario, trabaja para ir acompañando la evolución del filme.

El final, si bien es desconcertante, termina por ser la confirmación de la experimentación filosófica y que plantea en el espectador una reflexión sobre el tiempo o la infinidad de opciones que puede tener la vida si se toma una u otra decisión. 

Cosmos es una historia compleja tanto en la creación de los personajes como por las temáticas que aborda, si bien la anécdota de la que parte es de lo más sencilla (dos tipos que buscan encontrar a un asesino) todas las reflexiones, citas y situaciones por las que atraviesan son las que condensan toda la fuerza con la que cuenta la trama.

Cosmos de Andrzej Zulawski, Francia-Portugal, 2015, 103 min. Con: Sanine Azéma, Jean-Francis Balmer, Jonathan Genet, et. al.