jueves, 19 de julio de 2018

Fátima. Misteriosos son los caminos del señor.


Por: Manuel Hernández-Samperio.


"La fe mueve montañas" dice un refrán de la cultura popular, así como también son populares las peregrinaciones a los diferentes santuarios en donde yacen los santos a quienes les profesan su fe. a quienes ofrecen sus penitencias, mandas o sacrificios, aunque, debemos decirlo, estos viajes no usualmente no son sencillos, ya sea por los medios en que se realiza, como en el caso de Fátima de Joao Canijo, por la compañía con quien se hace.

Un grupo de once mujeres decide emprender una peregrinación al santuario de la Vírgen de Fátima. Durante cerca de dos semanas realizarán jornadas donde caminarán cerca de 60 kilómetros. Lo que en un inicio parece ser un reto al que su entusiasmo les ayudará a superar, poco a poco comienza a convertirse en una tarea con muchos problemas.

Poco a poco el cansancio y la convivencia natural entre las mujeres les hará darse cuenta de que para poder llegar a su destino necesitarán algo más que su fe.

Este filme de Canijo es una obra que cuenta con un guión da como resultado una obra que deambula entre la ficción y el documental, pues parte de una situación que podríamos decir, es bastante común y nos presenta un viaje y una serie de situaciones que son completamente verosímiles a lo que pretende el grupo, que es llegar al lugar.

Sin embargo, hay más elementos que logran dar esta naturalidad al filme, el primero de ellos son las actuaciones, las cuales estás sumamente bien logradas, pues en todo momento transmiten la evolución que se va dando en cada uno de los personajes, todo ello muestra el avance del filme, y va desde el simple cansancio hasta las fricciones que se van gestando y que van complicando el viaje.

El segundo de ellos es el manejo de la cámara, el cual en la mayor parte del tiempo se alimenta del lenguaje característico del género documental: cámara en mano, muchas veces intrusiva y en otras más tomando cierta distancia provocando la sensación de que el espectador pasa a ser un testigo que "espía" lo que sucede con el grupo, así convive con ellas al momento de despertar, cuando cenan o cuando toman un baño, con todo y los inconvenientes del agua.

Otro elemento es la fotografía, pues en todo momento se transmite la naturalidad de los espacios gracias a que se ilumina con los elementos con que cuenta cada lugar, es decir, no se evidencia que haya una manipulación intencionada para crear atmósferas, sino simplemente para reflejar que se está a la intemperie, que se cuenta con poca iluminación cuando es noche, etc. 

Si algo puede reclamarse del filme es que hay algunas ocasiones en que las escenas se alargan demasiado y aportan poco a la trama, en donde vemos a las mujeres caminando en repetidas ocasiones, lo cual provoca que la duración final sea un poco extensa.

En su defensa podemos decir que la mayoría de las escenas están justificadas porque muestran lo complicada que puede ser la convivencia entre diferentes personas y en cada una de ellas se refleja una evolución o un cambio en cada uno de los personajes, vemos cómo sus valores y formas de pensar se van enfrentando, radicalizando y (gran acierto del director) mantienen al espectador atento de lo que sucederá debido a que la tensión que se va generando por las pequeñas discusiones que se suscitan, en donde además vemos cómo hay dos personajes que se van erigiendo como antagonistas a pesar de los pocos momentos que comparten a cuadro.

Fátima es una road movie cuyo en donde el director tuvo el gran acierto de buscar en el lenguaje del documental la manera de contar esta ficción. Es a través de los diferentes elementos que ya explicamos y de un buen manejo del guión en donde siempre se va incrementando la tensión que se logra captar la atención del espectador durante las más de tres horas que dura el filme. Sin duda una historia que va más allá del viaje y que (otro acierto) no se detiene en explicar o justificar la fe por una imagen, aunque, al mismo tiempo, este tema termina contrastando con lo que vemos a cuadro. Un filme que exige resistencia por parte del espectador pero que al mismo tiempo lo recompensa.

Fátima, Joao Canijo, Portugal-Francia, 2017, 153 mins. Con: Cleia Almeda, Vera Barreto, Rita Blanco, et. al.


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