viernes, 20 de julio de 2018

Ayer maravilla fui. El amor más allá del cuerpo.

Por: Manuel Hernández-Samperio.

A lo largo de la historia, el tener la capacidad de cambiar de cuerpo ha sido una de las cosas que han obsesionado al ser humano, se ha retratado en diferentes obras literarias como La historia del difunto míster Elvesham de H.G. Wells, o en diferentes películas en donde el género de la comedia tiende a predominar, como Torunabout de Hal Roach de 1940 y un largo etcétera. Sin embargo, y a pesar de la generosa cantidad de cintas con este tema, pocas han logrado lo que Gabriel Mariño en Ayer maravilla fui, en donde no sólo mezcla el cambio de cuerpo sino ademas le da un toque de suspenso, misterio y amor.

En la Ciudad de México habita un ente que ha sobrevivido durante muchos años derivado de la apropiación de cuerpos de diferentes tipos de personas. Como si se tratara de cualquiera de las leyendas que abundan en el país, el ente se apodera de los cuerpos y los utiliza para seguir adelante su vida, no se sabe cuándo cambiará pero ese momento llegará.
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Cuando parece vagar sin sentido alguno por la vida, se encontrará con Luisa, una estilista por la que se siente atraído y por quien hará todo lo posible por estar cerca, por tratar de rebelarle lo que siente antes de que su condición vuelva a cambiar.

Debemos empezar por mencionar que la cinta de Mariño es una propuesta que no se ve con frecuencia en el cine mexicano, en donde se mezcla la fantasía con algunos sucesos sobrenaturales pero que al mismo tiempo la historia pase como algo natural. Partiendo de esto, se desarrollan diferentes personajes que tienen en común la soledad, cierta tristeza y en donde, de alguna u otra manera, están en la búsqueda del amor, este es el pretexto para que las circunstancias se lleven a cabo.

Las actuaciones son un elemento importante, pues el reparto limitado provoca que se exija de cada uno de los actores un buen trabajo, con el cual cumplen en buena forma, vemos a través de ellos la creación de personajes taciturnos, pero al mismo tiempo, siempre que hay interacción entre ellos se percibe una buena química en donde lejos de contraponerse, se van complementando, dando como resultado un buena amalgamiento entre cada personaje, lo cual a su vez permite que el guión y sus situaciones se desarrollen en buena forma.

En el aspecto estética, tenemos el uso del blanco y negro, el cual luce gracias al buen manejo de la iluminación a través de una fotografía que en todo momento crea y refuerza atmósferas en donde hay diferentes claroscuros y que terminan por complementar los sentimientos por los que atraviesan los personajes. Otro elemento clave para que la cinta logre su atmósfera es la edición y el manejo de la cámara, los cuales en todo momento mantienen un ritmo pausado, en donde se priorizan las sensaciones y las "crisis" por las que atraviesan los personajes.

Ayer maravilla fui es una cinta que tiene un manejo y temática pocas veces abordados en el cine mexicano, a pesar de la enorme tradición en cuanto a leyendas y hechos sobrenaturales con la que se alimenta la tradición oral. Con una estética que envuelve al espectador en las atmósferas y sensaciones por los que atraviesan los personajes nos cuenta una historia sencilla, con pocas pretensiones pero que al mismo tiempo encuentra en ello las herramientas para quedarse en la memoria.

Ayer maravilla fui, Gabriel Mariño, México, 2017, 81 mins. Con: Siouzana Melikian, Sonia Franco, Hoze Meléndez, et. al.

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