viernes, 20 de julio de 2018

Virus Tropical. Historia sencilla de gran vitalidad.

Por: Manuel Hernández-Samperio.

La infancia es la etapa de la vida en donde se forja buena parte de la personalidad de cada sujeto; las experiencias por las que atraviese el niño determinarán su comportamiento a lo largo de la vida, por eso estos años formativos, siempre son de vital importancia. En Virus tropical de Santiago Caicedo se nos presenta la historia de la niñez y adolescencia de una niña, en donde se nos muestran diferentes características de dos países y sus sociedades. 

Paola es una niña que forma parte de una familia ecuatoriana en donde las cosas no son tan sencillas, su padre, ausente en casi todo momento, es un sacerdote, mientras que su madre se gana la vida leyendo el dominó. Sus hermanos bastantes años mayores que ella se enfrentan a problemas de adolescencia y juventud dejando que Paola cree su mundo en solitario.

Conforme la niña va creciendo tendrá que enfrentarse con las decisiones que van tomando sus hermanas que, queriendo o no, repercutirán en su vida y determinarán las acciones y la los lugares en donde tendrá que vivir, lo que la enfrentará a diferentes procesos de adaptación, enseñándole que vivir no es tan fácil como lo hacen sus muñecas.

El filme de Caicedo está basado en la novela autobiográfica de Paola Power, debemos empezar por decir que el guión nos retrata una historia sencilla: el crecimiento de una niña y las diferentes circunstancias en que la vida la va llevando, sin embargo, en esa sencillez es donde tiene su mayor fuerza, pues la convierte en una historia cercana al público, logrando, en consecuencia, que el espectador se identifique con cualquiera de los personajes: todos hemos visto partir a los hermanos en busca de una oportunidad de trabajo, de estudio o de vida, hemos visto o conocemos familias separadas por diversas circunstancias, por poner un par de ejemplos.

Una de las características fundamentales en la historia es el hecho de que las mujeres se ven obligadas a salir adelante por sí solas durante la mayor parte de las acciones, el padre de Paola es un hombre que aparece de vez en cuando y prácticamente un lastre para la esposa, una de las hijas se casa y al final termina separada por los conflictos que atraviesa. Es una de las hermanas (la universitaria) la que con sus ideas motiva a las demás a elegir el destino de sus propias vidas y es en la más pequeña (Paola) en quien se ve reflejado todo este asunto, desde el momento de perder la virginidad hasta la decisión con la que concluye el filme.

La animación es fiel al estilo de la historia en la que está basada: en blanco y negro y con trazos sencillos, sin tantos detalles en los rasgos de los personajes o los escenarios, pero al mismo tiempo logra crear su propio mundo introduciendo al espectador en él. Estéticamente evoca en algunas ocasiones al estilo de animación de Persépolis (Satrapi- Paronnaud, 2008) con la diferencia de los colores.

El filme encuentra en los pequeños detalles sus puntos más fuertes, así vemos diferentes denuncias de las problemáticas que enfrentan las sociedades latinoamericanas: drogas en manos de los jóvenes, la presencia (y concepción) de Estados Unidos como parte de la vida (que en este aspecto la manera de hablar de las muñecas de Paola es algo que llama la atención) o como algo que tiene mayor calidad que los productos locales (el caso de la tela), o los diferentes procesos de adaptación que conlleva un cambio de domicilio o de país, en donde el lenguaje es totalmente distinto al propio, a pesar de ser el español.

La voz en off con la que cuenta la cinta es una herramienta que apoya a la narración de la historia, pues en ningún momento se detiene a explicar lo que ya hemos visto a cuadro sino, por el contrario, va sirviendo como enlace llevando al espectador de una escena a la siguiente.

Lo que puede cuestionarse del filme es el abuso en el uso de la música, pues prácticamente no hay descanso en el aspecto musical de la cinta lo que da como resultado una sensación de estar frente a un videoclip muy largo. En contraste con esto, podemos decir que algunas de las canciones empleadas están bien diseñadas, ilustran bien las situaciones o sentimientos de los personajes o simplemente son "pegajosas".

Virus tropical se antoja como una cinta de animación que en apariencia es sencilla (tanto en manufactura como en la trama principal) pero que al mismo tiempo refleja muchos factores de las sociedades latinoamericanas, desde cómo están estructuradas y los problemas que los aquejan hasta cómo es crecer en estos lugares enfrentando diferentes situaciones como la discriminación o el simple choque cultural que existe entre países. Una animación que le da al espectador buenos dividendos gracias a que no busca sorprenderlo.

Virus tropical, Santiago Caicedo, Ecuador-Colombia, 2017, 97 mins. Con: (voces) María Cecilia Sánchez, Martina Toro, Alejandra Borrero, et. al.


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