jueves, 3 de mayo de 2018

Residente. Tras las huella del ADN musical.


Por: Manuel Hernández-Samperio.


La música es uno de los artes más viejos de la humanidad. Desde su uso mágico-religioso para venerar a los dioses hasta nuestros días ha dejado siempre el testimonio de las diferentes sociedades, en donde cada uno de los artistas plasma cierta forma de ver el mundo. Es cierto que desde la aparición del rock n rol se desarrolló una industria en donde lo más importante es la obtención de ganancias, por eso resulta interesante el trabajo que se desarrolla en Residente de René Pérez Joglar.

Basado en una prueba de ADN que se realizara en algún momento, René Pérez exvocalista de Calle 13, inicia un viaje por los diferentes lugares del mundo que señaló dicha prueba con el fin de conocer no sólo sus raíces étnicas sino también sus raíces musicales, la manera de vivir en esos lugares y los problemas político-sociales que aquejan las diferentes regiones del mundo por las que transita.

Pero va más allá, porque al mismo tiempo se concentra en la realización de un disco para su nuevo proyecto como solista, en donde incluye las diferentes raíces musicales que va conociendo en su travesía.

La cinta dirigida por el propio René Pérez parte de una premisa que se antoja interesante, pues es a partir de un estudio de ADN que se eligieron los países que transitaría para inspirar un proceso creativo que terminaría retratado en un nuevo disco. A partir de aquí se tendrán dos ejes que lleven la narrativa: por un lado la música y por el otro la situación social de cada país, con estos elementos va desarrollando su viaje.

La cinta utiliza una voz en off para dar pequeñas introducciones sobre los lugares que presentará, es interpretada por el protagonista lo cual por momentos llega a ser un tanto repetitivo. En cuanto al contenido, la cinta llega a caer en un pequeño bache cuando llega a la historia de Puerto Rico, en donde se pierde hablando de algunos aspectos históricos que contrastan con el resto de lo que ha planteado. 

En el aspecto técnico la fotografía está bien cuidada, si bien no se utiliza para la creación de atmósferas, sí se generan diferentes encuadres en donde la naturaleza y las situaciones destacan. Por otra parte la edición está muy bien llevada, pues se alcanza un buen ritmo en donde la música y los diferentes encuadres se van combinando en buena forma.

Residente es una película que lleva al espectador por diferentes partes del mundo que, queriendo o no, se encuentran hermanadas no sólo en el ADN del protagonista, sino también porque enfrentan diferentes problemáticas como la guerra, la contaminación o ser víctimas de países que se han dedicado a explotarlos. Si bien hacia el final comienza a perderse en su propia historia, proclamando una postura ideológica que ya ha proclamado en diferentes ocasiones, en su conjunto nos encontramos ante un filme que no pierde oportunidad de denunciar y reflejar la influencia que el mundo ha tenido en sus momentos creativos.

Residente, René Pérez Joglar, Estados Unidos, 2017, 90mins. Con: Residente, et. al. 


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