jueves, 5 de octubre de 2017

Alguien con quien hablar. Vivir para el futuro y no para el pasado.

Por: Masiel Rico Landa.

El matrimonio, una de las instituciones en donde se asienta la sociedad ha venido padeciendo de una crisis durante los últimos años, dando como resultado una reducción palpable en las estadísticas, sin embargo tampoco es innegable que aún existen parejas que al sentirse profundamente enamorados, deciden unir sus vidas para siempre, o, como en el caso de Alguien con quien hablar, al menos eso es lo que creen.


El primer largometraje de la directora china Yulin Liu se basa en la novela homónima, escrita por su padre Zhenyun Liu. A lo largo de sus 107 minutos el filme cuenta la historia de Aiguo y Lina, quienes 10 años después de haberse casado, están a punto de divorciarse debido a una infidelidad.


La cinta de Liu retoma como tema central la comunicación en las parejas, poniendo la ausencia de ésta como una de las principales razones de los divorcios y evidenciando también que la soledad inevitablemente afecta a más de uno.


A pesar de contarnos una historia que podría considerarse común, Liu consigue dar un toque peculiar a su filme, en gran medida porque también nos muestra mucho de la cultura oriental en la que se
desarrolla la película. Poniendo a los personajes en entornos cotidianos, la directora asiática nos muestra elementos culturales y tradicionales que van desde la comida y el estilo de vida, hasta sus creencias e ideología. Todo ello se convierte en un importante valor agregado de la narrativa central.


Visualmente nos ofrece una excelente fotografía que propone mediante algunos encuadres poco comunes y que tiene intenciones claras de evidenciar la postura de sus personajes y/o acentuar sus emociones. Como complemento también se aprovechan paisajes chinos, no sólo en entornos naturales, sino en la misma ciudad, principalmente por su arquitectura y/o templos.


El transmitir la filosofía oriental con respecto a problemáticas comunes (en este caso la falta de comunicación, la infidelidad y el divorcio) también es una característica muy bien lograda en esta cinta. Mediante un guión bien estructurado y fácil de seguir, la narrativa nos muestra la forma en que estas personas reaccionan ante los conflictos y al mismo tiempo la postura conservadora que se mantiene en las provincias chinas con respecto a algunos temas como el adulterio.


Es igual de relevante mencionar las excelentes actuaciones ya que cada interprete consigue involucrarse profundamente con su personaje, transmitiendo efectivamente sus emociones y reacciones ante las circunstancias que les involucran. De igual forma son un elemento clave que permite que la audiencia se sienta cercana a la historia, a pesar de surgir del otro lado del mundo, e incluso generar empatía con algún personaje o sentirse identificado con él.


Sin duda, es mediante todos estos elementos que la dirección guía de buena forma la narrativa de Alguien con quien hablar, consiguiendo un buen ritmo que mantiene el interés del público en una cinta donde si bien, el silencio es el síntoma principal de un conflicto, también consigue enseñarnos que “hay que vivir para el futuro y no para el pasado”

Alguien con quien hablar, Yulin Liu, China, 2016, 107 min. Con: Hai Mao, Qian Li, Pei Liu, et. al.


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