martes, 25 de julio de 2017

La idea de un lago. Sin idea del futuro.

Por: Masiel Rico L.

El paso del tiempo trae consigo aquellas experiencias que nos forman como personas y construyen lo que seremos siempre. La idea de un lago cuenta la historia de Inéquien tras la pérdida de su padre creció en un ambiente rodeado de dudas y tristeza, representadas principalmente por su madre. 

Dirigida por Milagros Mumenthaler, esta película argentina hace un constante juego del tiempo para mostrarnos una edición que va entrelazando el presente y el pasado, dejando a su vez, abierta al público la construcción del futuro de los personajes. 

Tomando como locación un bello paisaje natural donde la calma y la paz contrastan con la historia en cuestión, Mumenthaler nos muestra cómo los daños del pasado siguen siendo una tormenta innegable en el presente de Inés y a su vez evidencia las dificultades de una familia cuya relación permanece tambaleante gracias a la desaparición del padre. 

Gracias a los continuos cortes que guían a la audiencia entre lo que ha pasado y la actualidad, se construye una variante narrativa que a pesar de no ser lineal, se puede tornar lenta y un poco pesada debido a la libertad de interpretación que se deja al público y la ausencia de claridad en la trama misma. 

El desarrollo de los personajes es un reflejo de esta situación, pues queda un tanto inconcluso ya que a pesar de mostrarnos un esbozo sobre sus vidas y tormentos, sus respectivas historias dejan abierto al espectador la decisión de completarlas, sin darle suficientes elementos para hacerlo. 

Como elemento rescatable, la fotografía no sólo está planeada para acompañar a la acción sino también aprovecha la belleza de las locaciones mediante un buen uso de la luz y tomas amplias que incitan a la contemplación y a su vez logran en gran medida transmitir el ambiente relajado de la naturaleza y la atmósfera un tanto más agitada de la ciudad. 

Escenas clave como la de Inés en el lago imaginando un Renault 4dan un importante toque artístico al filme, complementado el estilo "vintage" que caracteriza las escenas del pasado y dando un respiro a la audiencia mediante la musicalización y la imagen. 

Por su parte, la paleta de colores empleada en Inés permiten resaltarle en todo momento, haciendo
evidente para el público que es el personaje principal y contrastándola con el constante estilo grisáceo que predomina en la escenas desarrolladas en el presente. 


A pesar de estos pequeños elementos destacables, la trama cierra con un final abierto situado en el pasado planteado a lo largo de la historia, generando en el espectador más preguntas que respuestas.

La idea de un lago, Milagros Mumenthaler, Argentina-Suiza-Países Bajos-Qatar, 2016, 82 min. Con: Carla Crespo, Rosario Bléfari, Juan Barberini, et. al.




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