viernes, 23 de junio de 2017

La novia. De leyendas y costumbres rusas.

Por: Masiel Rico Landa. (@MasielRico)

Realizar retratos de familiares fallecidos podría parecer una actividad bizarra y quizá para algunos un tanto tenebrosa, sin embargo, durante el siglo XIX los daguerrotipos post mortem fueron una costumbre muy popularizada en diversos países.

Tomando esta antigua práctica como base, el filme ruso La Novia, dirigido por Svyatoslav Podgayevskiy, ofrece una nueva historia de terror que busca inquietar a la audiencia y hacerla saltar su asiento. La trama, que se desarrolla en la actualidad, parte de una maldición obtenida a finales del siglo XIX,  cuando el bisabuelo, fotógrafo de profesión, influido por las hipótesis científicas de su tiempo, realizó un ritual para revivir a su recién fallecida esposa. Dicha maldición ha perdurado por generaciones y es la nueva esposa del bisnieto, la que sin saberlo, sufrirá las consecuencias.

La película busca de diversas maneras generar miedo en el espectador, en este punto, la construcción del suspenso se convierte en una pieza clave para La Novia, pues haciendo uso de
ciertos elementos clásicos de un filme de terror (la oscuridad, espacios amplios, una casa antigua y por supuesto, la música) crea una tensión que pone a la expectativa al público. 

Por su parte, el diseño sonoro es un aspecto igual de importante para el desarrollo del filme y es que, como suele en muchas películas de este género, la música y los sonidos dan una mayor oportunidad de generar tensión, en comparación con otros elementos como la caracterización o la escenografía. 

Si bien es cierto que esta cinta rusa ofrece una historia un poco diferente a lo que la mayoría de
los filmes de terror de los últimos tiempos (al menos los más comerciales), también es importante mencionar que no se escapa de algunos clichés y momentos inverosímiles que pueden reducir el impacto o la construcción misma del terror. 

La creación del espíritu de la novia podría representar un conflicto en su aceptación entre los seguidores del género y es que ésta pareciera una mezcla de otros "espectros" de filmes de terror, como la monja de El Conjuro, el niño de Insidious y más aún, el fantasma de La Maldición, del cual retoma incluso hasta su forma de moverse en una de las escenas más importantes. 

Por otra parte, la recreación de la época zarista en la que se ubica el inicio de la película está muy bien lograda gracias a los elementos de escenografía y vestuario, mientras la cámara juega el papel de básico de mostrar la historia con una buena selección de encuadres y otorgando buen ritmo a la edición. La fotografía, por su parte, cuenta con buenos momentos que le dan un plus a
la parte visual. 

El elemento más relevante de esta entrega rusa es, sin duda, la trama, pues la historia en sí misma oferta algo distinto a lo común, pues está basada en antiguas prácticas que incluye las leyendas locales que se han perpetuado gracias a la tradición oral, esto incrementa lo atractivo que le puede resultar al público. 

Así, la propuesta producida por Dmitri LitvinovZaur Bolotaev y Vladislav Severtsev brinda una nueva historia que si no puede ser descrita como excelente, sí ofrece nuevas cosas al cine de terror y sobre todo a los amantes del género que sin duda demandan innovación y credibilidad desde hace tiempo ya.

La novia, Svyatoslav Podgayevskiy, Rusia, 2017, 91 min. Con Vyacheslav Chepurchenko, Aleksandra Rebenok, Igor Khripunov, et. al.


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