Por: Manuel Hernández-Samperio.
La dupla de directores conformada por Tizza Covi y Reiner Frimmel han realizado en diferentes ocasiones películas que se desenvuelven en el mundo del circo, gracias a la cercanía que han tenido con ese contexto. Hace algunos años presentaron La Pivellina, cinta que, para los objetivos de esta reseña, sirvió como la presentación de Tairo Caroli, el personaje sobre el que se desarrolla Mister Universo y que no sólo es una continuación de aquel filme, sino que además nos refleja la situación del momento por el que cruza el mundo del circo.
La dupla de directores conformada por Tizza Covi y Reiner Frimmel han realizado en diferentes ocasiones películas que se desenvuelven en el mundo del circo, gracias a la cercanía que han tenido con ese contexto. Hace algunos años presentaron La Pivellina, cinta que, para los objetivos de esta reseña, sirvió como la presentación de Tairo Caroli, el personaje sobre el que se desarrolla Mister Universo y que no sólo es una continuación de aquel filme, sino que además nos refleja la situación del momento por el que cruza el mundo del circo.
Tairo trabaja en un circo como domador de
leones, pasa la vida entre bromas que gasta a sus compañeros y los
entrenamientos con sus animales. Un día, al volver a su habitación se encuentra
con que su amuleto de la buena suerte ha desaparecido. Su carácter
supersticioso no lo deja concentrarse en su trabajo e impulsado por su amiga
Wendy decide emprender un viaje para buscar a quien le dio tal amuleto algunos
años atrás.

La nueva cinta de esta pareja de directores
fluctúa por el estilo empleado en la narrativa entre el documental y la
ficción, pues se nos lleva de una forma sencilla y que se siente natural a
conocer la vida diaria de los personajes, con una cámara en mano propia del
documental, que nos acerca a dichas historias y con una cotidianidad que no
sólo refleja versimilitud a la historia, sino también logra causar empatía
entre los personajes con el público, la forma desenfadada en que Tairo enfrenta
la vida lleva rápidamente al espectador a identificarse con él.

Para las actuaciones se toma como ventaja el
hecho de que los personajes se interpretan a ellos mismos, pues estando en su
hábitat, se les ve libres con una gran interacción entre la pareja de amigos y
con gran naturalidad que complementa la verosimilitud ya mencionada, derivada
de escenarios, temas y acompañantes.

Mr. Universe, Tizza Covi & Rainer Frimmel, Austria e Italia, 2016, 90 min. Con: Tairo Caroli, Wendy Weber, Arthur Robin, et. al.
No hay comentarios:
Publicar un comentario