Por: Manuel Hernández-Samperio.
La muerte es uno de los temas de mayor reflexión en todas las culturas; buena parte de las religiones la tomo como uno de los pilares en los que sus creyentes pueden sustentar su fe, en el caso de la católica con la que la mayoría de los mexicanos estamos familiarizados, la promesa de una vida después de la muerte es una de las bases para creer. Mismosas es una cinta situada en Marruecos (donde predominan los musulmanes) que utiliza estos dos temas (muerte y fe) en el planteamiento de su premisa.
Un grupo de hombres intenta llegar a Sijilmasa, lugar donde nació su líder, el Sheikh, quien presiente su muerte y cuya última voluntad es ser enterrado ahí. Acompañando al grupo viajan infiltrados Ahmed y Said, un par de ladrones que esperan el mejor momento para asaltar a la caravana. A cientos de kilómetros de ahí tenemos la figura de Shakib, un hombre que peca de inocente, aspirante a ser un líder religioso, cuando se encuentra evangelizando le es encomendada una misión: llevar a salvo a la caravana en donde Sheikh se encuentra moribundo.
El encuentro de Shakib con el grupo se da cuando el Sheikh ha muerto y los dos ladrones se han ofrecido a llevarlo hasta el lugar deseado; sus planes de abandonar el cadáver se verán rotos con el anexo improvisado de Shakib en la misión, quien tiene en la fe su única arma para hacer frente al viaje, al desierto y al par de ladrones. Pero shakib parece tener la capacidad de la ubicuidad, pues al mismo tiempo parece estar en otro tiempo y lugar, dentro de un taxi, en donde precisamente se narran historias que tienen relación con la fe.
La cinta se divide en tres actos, cada uno toma su título de las posiciones empleadas en la tradición musulmana para realizar su culto a dios: reverencia, levantamiento y postración. Esta herramienta simplifica la narrativa quedando, el acto uno como la presentación de los personajes; el acto dos como la aventura que enfrentan cuando sus destinos se entrelazan y el acto tres donde ponen a prueba lo aprendido durante el viaje realizado.
Fuera de lo anterior, podemos decir que el guión propone poco y no logra afianzar, en ningún momento, un punto de tensión -mucho menos climático- en la cinta, dejando todo a la reflexión que pueda hacerse sobre algunos aspectos derivados de las psicologías de los personajes, pero sobre todo, de la forma en que se van relacionando sus acciones con el plano metfísico, es decir, con la creencia en dios y la fe que se tiene (o no) en él.
Las psicologías son contrastantes y sin embargo, el choque que podría representae esta condición es desaprovechado, mientras Shakib es demasiado inocente y confía ciegamente en que dios lo salvará en cualquier momento de crisis, los ladrones se muestran astutos, pero siempre incapaces de deshacerse de él. El encuentro con un hombre y su hija con problemas para hablar, el deseo de Shakib por alcanzar la meta planteada y los intentos de desafanarse por parte de los ladrones terminarán por llevarlos a un lugar en donde se pondrá a prueba esa fe que cada uno tiene. La última escena es el remate a esta condición y aunque bien podría ser el punto climático de toda la narración se le da al espectador la alternativa de rellenarlo de la forma en que, de acuerdo a sus interpretaciones, crea posible.
Señalado lo anterior, la cinta tiene gran fuerza en el plano estético, desde la primera imagen la fotografía se hacer notar y más aún, dota de fuerza a los lugares en donde se desarrollará la trama, desde las montañas cubiertas de nieve hasta la inmensidad del desierto. Es gracias a esta construcción de escenarios que podemos darnos cuenta, medianamente, de lo que sucede en el interior de cada personaje.
Mimosas es una cinta en donde todo recae en la fe (o en la falta de ésta) de sus personajes, si bien el viaje emprendido nos pone de lleno en una cultura que sabemos dominada en buena medida por sus obligaciones religiosas, no podemos decir que nos abrume con lo que cuenta. mención aparte de los escenarios y la manera en que son retratados, que lucen en todo momento y acompañan la larga jornada que con sus dificultades y pequeños giros nos introducen en la travesía interior de cada personaje y de la cercanía que tiene con la religión.
Mimosas, Oliver Laxe, España, 2016, 96 min. Con: Ahmed Hammoud, Shakib Ben Omar, Said Aagli, et. al.
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