miércoles, 22 de febrero de 2017

Hermia & Helena. El teatro y los puntos de disrupción.

Por: Manuel Hernández-Samperio.

A lo largo de la carrera de Matías Piñeiro encontramos que una de sus más grandes influencias es la dramaturgia de William Shakespeare, esta condición le da a su forma de realizar ciertas características que son más cercanas a las puestas en escena teatrales que a lo cinematográfico. Otra constante es que en sus guiones no duda en incluir los diálogos de obras de teatro, no sólo del ya mencionado autor, y en buena cantidad de ocasiones se ha decantado por narrativas que pueden etiquetarse como "experimentales". El caso de Hermia & Helena es interesante, pues puede apuntarse como un punto de quiebre entre su estilo y el atrevimiento que ha tomado el director para probar con nuevas narrativas.

Situándonos en Nueva York nos enteramos que Carmen (María Villar) se encuentra haciendo un intercambio en la universidad y está por regresar a Buenos Aires. A su llegada se encontrará con que Camila (Agustina Muñoz), su amiga, seguirá sus pasos y pasará algunos meses en la misma escuela estadounidense. Es en Camila en quien recaerá la historia, una estudiante que intenta traducir "Sueño de una noche de verano" del mencionado Shakespeare para, a su vuelta a Argentina dirigir la obra.

Pero ese no es el motivo final de la narración, en una mezcla entre presente y pasado, iremos conociendo lo que hay detrás de la vida de Camila: amores inconclusos en ambos lugares, un padre estadounidense que no conoce y le gustaría conocer, o la relación que tiene con sus amigos, entre otras situaciones.

La más reciente cinta de Matías Piñeiro tiene diversos elementos que la vuelven mucho más digerible que anteriores trabajos, evidencia que ha habido una evolución entre lo que hizo en sus inicios donde existía un predomino de la experimentación, a lo que está realizando actualmente, en donde si bien aún se siente gran influencia de la dramaturgia también se siente la intenciín de contar una historia más clara y optar por explotar otros elementos que le aporten a la narrativa como el caso de las actuaciones o el montaje.

Fragmentada en diferentes actos (como las obras de teatro) vamos conociendo distintos aspectos en la vida de Camila, entre cada acto se nota cierta independencia pero al mismo tiempo es evidente que uno complementa al anterior; gracias a la información proporcionada en cada uno de ellosvamos comprendiendo acciones o reacciones de los personajes.

Las actuaciones son otro punto a comentar, la protagonista, quien se ve obligada a hablar en español e inglés logra llevar a buen puerto la historia, no le pesa cargar con la responsabilidad del relato y muestra diferentes matices que van desde la felicidad a la decepción respondiendo en buena forma a las respectivas exigencias.

El uso de la música, compuesta por Scott Joplin, empleada en su mayoría para realizar las transiciones espacio-temporales es otra característica que luce y ayuda a la creación de las atmósferas previo a cada acto. El director se apoya en otros recursos para introducir de manera sutil la influencia proveniente de la obra elegida, en este caso nos muestra algunas frases en con letras en la pantalla.

Finalmente, el montaje y el uso del lenguaje cinematográfico terminan por volverse relevantes. El primero por la forma en que se juega entre el presente y el pasado y se brinca en el tiempo sin la necesidad de explicar los saltos pues se emplean otros elementos (como la música); mientras que en el lenguaje podemos apuntar que se utiliza una buena diversidad de elementos y no se tiene empacho en dejar correr un plano por el tiempo necesario, emplear planos secuencias o darle velocidad a través de diferentes encuadres.

Hermia & Helena es una cinta interesante, que plantea un cambio en la forma de contar del director, la historia contada puede ser sencilla, sin embargo, lo rico está en la forma en que juegan los diferentes elementos para contarla.

Hermia &Helena, Matías Piñeiro, Argentina-Estados Unidos, 2016, 87 min. Con: María Villar, Agustina muñoz, Keith Poulson, et. al. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario