martes, 21 de febrero de 2017

Kékszakállú. Alegoría de la juventud y el desempleo.

Por: Manuel Hernández-Samperio.

En diversas ocasiones hemos visto trabajos cinematográficos que tienen por eje vector el reflejar a las nuevas generaciones, las pocas oportunidades laborales que enfrentan y la indiferencia que muestran ante la situación que atraviesan, que parecería que no hay ya una forma nueva de contar este tipo de problemáticas. La propuesta de Solnicki, aborda dichas temática desde un punto de vista poco convencional. 

Inspirado por la óperaEl castillo de Barba Azul" de Bela Bartok, el director nos presenta la historia de diferentes jóvenes mujeres y las crisis que atraviesan en diferentes puntos de sus vidas, mientras están sumidas en una sociedad que puede (o no) exigirles que hagan algo para ellas. 

La cinta puede llegar a ser difícil de seguir, pues tiene una narrativa que en apariencia no dice nada, plagada de silencios y en donde una secuencia o escena no tiene nada que ver con la que sigue. Las mencionadas características exigen del espectador una inmersión y análisis mayor a lo acostumbrado. 

La multiplicidad de historias nos va dejando ver cómo es que las mujeres se enfrentan a situaciones como la amistad, los noviazgos y despertares de la sexualidad o el tener que buscar un trabajo para dejar de depender de los padres y “poder hacer lo que ellas quieren”. 

La película tiene buenas composiciones, el director sabe emplear la profundidad de campo en sus encuadres largos, de forma que se puedan apreciar los detalles que rodean a los personajes que aparecen en primer plano y que en muchas ocasiones además de contextualizar, evidencian más de lo que está sucediendo que los mismos personajes (dada la falta de diálogos) 

La fotografía está muy bien diseñada, se utilizaron dos ciudades para las locaciones: Buenos Aires y Punta del Este, Argentina y Uruguay, y en ambas ocasiones se cuenta con un uso de la luz que deviene en encuadres de buena composición y donde su duración (que en ocasiones vuelve lenta a la cinta) es la suficiente para disfrutar de los diversos planos empleados (antes mencionados) en lo que se dice y sobre todo, lo que no se dice. 
 
Y es que es el “exceso” de silencios, traducido en una falta de información, lo que termina por ocasionar en el espectador una crisis por conocer el verdadero fin que persigue la cinta. Kékszakállú es de esas películas que en apariencia no comunican un mensaje sólido, que necesitan ser vistas más de una vez, pensadas y repensadas para ir determinando las carencias o problemáticas que enfrentan las mujeres, la indiferencia hacia ellas y en su caso, las posibilidades que plantean de solucionarlos.

Kékszakállú, Gastón Solnicki, Argentina, 2016, 72 min. Con: Laila Maltz, Katiz Szechtman, Lara Tarlowski, et. al.

2 comentarios:

  1. No se si estan intentando ser ironicos pero Punta del Este, ni es una provincia, ni queda en Argentina. Es parte del pais llamado Republica Oriental del Uruguay.

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    1. Muchas gracias por la aclaración, ya ha quedado corregido el error. Saludos.

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