sábado, 19 de noviembre de 2016

Miss Hosukai. La mujer detrás del artista.

Por: Manuel Hernández-Samperio.

La historia de Japón nos es, a la mayoría de la gente en occidente, tan remota como la ubicación geográfica en la que se encuentra el país. Sin embargo, con gran fascinacion vemos a esa cultura cuando nos hablan de su mafia (La Yakooza) o más aún, sus antecesores: los samurais, constantemente caricaturizados. De la época samurai debemos saber que las ciudades actuales llevaban otros nombres, Tokyo, por ejemplo, era llamado Edo. En esa época apareció también un pintor que ganó gran fama y cuyos trabajos lograron traspasar fronteras influyendo en artistas  como Renoir o Van Gogh, su nombre era Tetzuso, conocido en la cultural occidental como Hokusai, es él la primera figura para hablar de la más reciente cinta de Keiichi Hara: Miss Hokusai.

En 1814 en la ciudad de Edo, hoy Tokyo, Hokusai fue un pintor que cobró gran fama, su estudio, permanentemente desordenado recibía constantemente a diversos aprendices que pretendían dominar las técnicas de la pintura y buscaban estar cerca de él. La figura del gran artista comúnmente es ensalzada, sin embargo, poco se sabe que una de sus hijas heredó el talento del padre y que en diversas ocasiones era ella quien pintaba.


La vida se le pasa a Hokusai entre su estudio, pintando, la familia de la que se ha separado un poco y conocer diferentes fenómenos sobrenaturales que ganan la atención de la mayoría de la gente. Al mismo tiempo, su hija busca hacerse de un estilo para pintar y convive con la más pequeña de sus hermanas, quien sufre una discapacidad.

Con un estilo de ánime y surgiendo de una adaptación del manga Sarussuberi, Miss Hokusai nos muestra la historia que hay más allá del artista; de hecho, su finalidad no es hablar de Hokusai como leyenda, sino de la mujer que está tras él, de quien poco se sabe pero con un talento comparable al del padre; en este intento por mostrarnos al humano con sus vicios y virtudes encontramos a un artista que ha optado por abandonar a la familia derivado del trabajo y la fama; pero es entonces cuando la figura de Miss Hokusai aparece para llevar en sus hombros la historia.

Es así que conocemos la aversión que el artista  tenía por su hija enferma y los temores que van rodeando a una sociedad que aún tiene gran influencia o se deja influenciar por los sucesos que consideran sobrenaturales, hay así una gran presencia de espíritus y ciertas posesiones en los personajes.

La trama, interesante por rescatar una historia que no conocemos, va enfrentando problemas al presentar a diferentes personajes, lo cual va diluyendo la historia principal, es cierto que esos elementos en algún momento interactúan con el personaje principal, pero en varias ocasiones no pasaría nada si no existieran en la trama.


Esto mismo le va delimitando el poder que tiene tanto la animación como la edición, pues el relato se va volviendo un poco lento, junto a los pocos movimientos que presentan los personajes derivado de cómo han sido animados.

Miss Housai es  una historia que revisa una parte mínima de la historia del arte japonés, sin caer en un feminismo radical o tratar a su personaje principal de forma condescendiente le hace justicia a la mujer que por muchos años sostuvo la fama que Hokusai, su padre, había encumbrado, con todo y los pequeños problemas narrativos que enfrenta, hace también un buen homenaje a una sociedad y un pasado que ha quedado sepultado bajo el progreso, como lo muestra la transición del final.

Miss Hokusai, Keiichi Hara, Japón, 2015, 93 min.


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