Por: Manuel Hernández-Samperio.
La Segunda Guerra Mundial fue, mientras duró, el caldo de cultivo de
diferentes anécdotas que más tarde han dado vida a una buena cantidad de
filmes, cada año llega a la cartelera alguna cinta que tiene esta etapa
de la historia como escenario. Francofonía del ruso Alexander Sokurov,
se centra en esta etapa para platicarnos la algunas anécdotas del Museo de
Louvre tocando, de paso, otros episodios de la historia no sólo
francesa sino de todo el mundo.
Durante
la ocupación nazi en Francia, no hubo edificio que no fuera
inspeccionado para, en caso de tener objetos de valor, ser robados y
enviados a Alemania, de forma que Hitler, el líder de las tropas,
pudiera ensanchar su colección de arte. El resto de obras finalmente se
repartía entre los soldados o era utilizado como leña en las épocas de
frío. El museo de Louvre tiene una historia diferente, pues gracias a la
presencia de dos personajes, Jacques Jaujard por el lado de los franceses y Franz Wolff-Matternich de los alemanes decidieron salvar algunas piezas, actual
patrimonio del país galo.
Sokurov se apoya en diferentes elementos tanto de documental como de ficción para contarnos la historia del museo en cuestión, de esta forma viene a proponer, en el plano visual, una puesta en escena en donde Jacques Jaujard y Franz Wolff-Metternich cobran vida y son interpretados en algunos de los momentos clave de la ocupación nazi en Francia.
Del mismo modo, el narrador omnipresente quien es el que va develando las anécdotas y los datos duros es
capaz de hablarle no sólo al espectador sino también a los
protagonistas, en un final que vale la pena por salir del molde, por ser
no sólo contundente (gracias a los datos históricos con los que cuenta) sino que logra reivindicar a cada uno de sus personajes por la importancia para las artes que han tenido.
Lo que se le puede criticar es que mientras se narra la historia no se sigue un hilo conductor en específico, dando saltos entre anécdotas y dando como consecuencia que la confusión del espectador ya que se cambia de tema de manera abrupta.
El
aspecto visual, como ya comentábamos es de llamar la atención, pues
haciendo uso de efectos que logran envejecer la imagen nos va mostrando los momentos determinantes para el documental. Mención aparte merece la música empleada, la cual, lejos de ilustrar,
viene a acompañar algunas escenas y momentos encumbrándolos, como el
caso del final en donde incluso da pie al letrero de "Fin".
Francofonía
es un recuento interesante de un episodio en la historia del arte, si
bien en algunas ocasiones se va difuminando el mensaje principal entre
otras anécdotas no deja de ser interesante la información que se ha
recabado al respecto de los personajes que aparecen a cuadro.
Francofonía, Aleksander Sokurov, FRancia-Alemania-Holanda, 2015, 88 min. Con: Louis-Do de Lencquesaing, Benjamin Utzerath, Vincent Nemet, et. al.
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