Tras el bombardeo mediático del que han sido objeto las sociedades de Medio Oriente no nos ha quedado más que buscar por otras fuentes si la manera en la que viven y perciben la vida es como la pintan, de esta forma hemos ido conociendo algunas de las costumbres y partes de la cosmovisión. Si se la ve a la distancia, El Cliente del cineasta iraní Asghar Farhadi, puede ser una muestra no sólo de la forma en la que se comportan los matrimonios, sino de otros aspectos como el honor y la imagen ante la sociedad.
Rana (Taraneh Aidoosti) y Emad (Shahab Hosseini) son una pareja de actores cuya casa sufre algunos desperfectos y se ven obligados a buscar un nuevo lugar para pasar los días en los que se arregla su situación. Babak (Babak Karimi), amigo de la pareja, se ofrece a prestarles un departamento, el cual solía rentarle a una mujer con un hijo, pero que no ha terminado de desalojarlo porque en apariencia está enojada con Babak.
La pareja trata de adaptarse a su nueva vida y a pesar de los problemas que le representa tener aún los objetos de la antigua inquilina, todo parece ir bien hasta que una noche, por algunas confusión Rana es atacada en el departamento al grado de necesitar ir al hospital; esta situación no dejará tranquilo a Emad, quien no descansará hasta descubrir al agresor de su esposo, al tiempo que atienden la obra de teatro de la que son parte.
La nueva cinta de Farhadi nos muestra una parte de la sociedad iraní que conocemos gracias a la explotación de la imagen machista que hemos recibido de los medios de comunicación. Ante la agresión de la que es víctima Rana, las intenciones de Emad se empiezan a diluir entre la búsqueda de justicia y la búsqueda de venganza, quedando demostrado en la forma en que evoluciona el personaje conforme avanza la historia y la forma en que se obsesiona en buscar al culpable.
En el aspecto de los personajes ambos están bien definidos: el hombre a quien lo que más le interesa es el honor y "siguiendo las leyes" castigar a quien ha transgredido o violentado dicho honor y por otro lado se encuentra una mujer sumisa, que reacciona de manera traumática ante la situación que acaba de vivir, pero que a final de cuentas es capaz de reponerse y perdonar, lo cual los llevará a tener más de un enfrentamiento.
El guión va adhiriendo, gradualmente, diferentes problemáticas a la trama a través de la aparición de diferentes factores; lo que en un inicio parece una historia donde una pareja se dispone a disfrutar de su amor, pronto se verá invadido por el fantasma de la inquilina anterior (nunca la vemos, pero siempre está latente) del departamento que habitan, conforme se va dando información entendemos que esa inquilina era prostituta y que ese pudo ser el móvil de la agresión a Rana, lo cual desemboca en la forma en que ciertas actividades son estigmatizadas en la sociedad y la forma en que una familia no puede verse inmersa en un escándalo que incluya a estas trabajadoras.
Sin embargo, esa misma trama se va enfrentando con diferentes problemas, pues la aparición de ciertas situaciones no logra ser bien resuelta o lo hacen con poca verosimilitud: nunca se aclara porque la policía nunca intervino a pesar de estar en un hospital, o la verdadera causa de la agresión, por poner algunos ejemplos.
Las actuaciones están bien llevadas, responden a cada una de las situaciones por las que atraviesan, dándole gran verosimilitud a la historia, lo cual se complementa con el maquillaje empleado tanto en el momento en que la mujer es agredida como en las escenas del teatro. El manejo de cámara recurre a diferentes elementos para cada una de las escenas, combinando una cámara en mano para los momentos en donde el suspenso aumenta, lo cual pone al espectador como un testigo más dentro de los escenarios. Por su parte en los momentos de mayor calma se utiliza la cámara fija.
El Cliente, es una cinta que nos demuestra, echando mano de diferentes elementos inamenentes a su cultura, la forma en que se desarrollan las relaciones no sólo de pareja sino también dentro de la sociedad, aún atravesando por slos pequeños problemas ya mencionados, logra evidenciar la importancia del honor y el respeto en una sociedad en donde las mujeres aún no son mu reconocidas. A pesar de sus dos horas de duración, tienen la capacidad de sentirse como un relato que se cuenta en un santiamén.
El Cliente, Asghar Farhadi, Irán-Francia, 2016, 125 min. Con: Shahab Hosseini, Taraneh Alidoosti, Babak Karimi, et. al.
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