A
finales de los años ochenta del siglo pasado Pablo Escobar ya era
mundialmente conocido, no sólo por la violencia sino por todos los
negocios en donde estaba inmiscuido,
buena parte de ellos, para lavar el dinero que conseguía gracias al
tráfico de drogas. Los hombres de su cártel estaban en las mismas y es
ahí cuando algunos agentes de la DEA decidieron actuar cambiando su manera de operar, pues en lugar de seguir la droga se propusieron seguir el dinero de la mafia colombiana. Robert Mazur,
el agente encargado de infiltrarse para perseguirlos escribió sus
memorias en un libro intitulado Operación Escobar, esta cinta, dirigida
por Brad Furman y que lleva el mismo nombre es la adaptación de los hechos.
Robert Mazur (Bryan Cranston)ha sido encomendado en la tarea de ganar la confianza de los líderes del cártel
de Medellín para tenderles una trampa y poder capturarlos, la operación
busca hacer caer también a Pablo Escobar. Bajo el nombre de Bob Musella
iniciará una identidad falsa en donde él es un empresario que ofrece
sus servicios para lavar el dinero proveniente de los negocios
colombianos. La tarea no es sencilla, pues la "familia" de Escobar
no siempre acepta gente nueva en sus negocios y para lograr tener
credibilidad se apoyará en dos compañeros: Emir Abreu (John Leguizamo) y Kathy Ertz (Diane Kruger), quienes fungirán como su asistente y su prometida.
Las operación sigue su marcha y los tres infiltrados tendrán que hacer cualquier cosa por no ser descubiertos y mantenerse con vida, durante toda la convivencia. Al mismo tiempo veremos a un Robert Mazur
que se ve enfrentado con su forma de ser y pensar, además de que las
cosas con su familia parecen complicarse gracias a este trabajo.
La
cinta en cuestión no es una convencional historia en donde las
situaciones están plagadas de persecuciones, balazos y explosiones. De
hecho esta característica obliga a los creadores a poner la acción en
otros lugares poco explorados dándole un mayor valor al filme, pues son
esas situaciones las que mantendrán al espectador atento sobre el desenlace.
El
guión está plagado de momentos de suspenso y es en esos momentos donde
se desarrollan los puntos más altos que tiene la historia, pues en más
de una ocasión los personajes estarán al borde de ser descubiertos; la
improvisación y en otras ocasiones la misma fortuna son elementos que
están bien empleados y que los mantendrán vivos.
De las actuaciones hay poco qué decir, Cranston
ha demostrado que es un monstruo en estos menesteres y en esta ocasión
se enfrenta a un personaje que le exige ser camaleónico, no sólo debe
ser la buena persona que es con su familia, sino que debe ser un tipo
rudo cuando es necesario y actuar dentro de su actuación para poder
convencer a los colombianos de confiar en él, probablemente la escena en
donde más se demuestre su genialidad es cuando come con su esposa en un
restaurante y las circunstancias lo obligan a transformarse en otra
persona.
El resto del reparto complementa de buena manera lo que hace Cranston, Diane Kruger quien encarna a su prometida hace una buena actuación, pues en todo momento es convincente
con lo que se pide a su personaje y también muestra que puede tener
gran capacidad de improvisación dentro del mismo, pues sabe responder a
las exigencias planteadas por las situaciones que enfrenta.
En el
aspecto técnico se tiene un buen manejo de la cámara, que desemboca en
un buen ritmo, indispensable para crear las atmósferas de suspenso
necesarias en diferentes puntos de la cinta. Como acotación para la
escena cumbre, es necesario mencionar el plano secuencia empleado
para la presentación
de la situación: una boda. Este plano secuencia rompe con el ritmo que
la película ya había plantead (plagado de cortes) generando en el
espectador esa sensación de que algo diferente sucederá.
La iluminación y la caracterización son otros
elementos destacables, la primera porque está bien empleada y ayuda a
generar las atmósferas para cada una de las locaciones; la segunda
porque gracias al vestuario y peinados somos transportados a finales de
la década de los 80.
Operación Escobar es una cinta de acción con poco de los estereotipos del género; es una película que aborda la temática del narcotráfico sin hacer mención de él (es más, sin presentan drogas a cuadro), es una cinta que plantea un tema que ha estado de moda en series y demás cintas, pero que se sale de lo convencional en la forma de narrarse.
Operación Escobar, Brad Furman, Estados Unidos, 2016, 127 Con: Bryan Cranston, John Leguizamo, Diane Kruger, et. al.
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