jueves, 20 de octubre de 2016

La magia de los sentidos. Cuando lo "diferente" se vuelve indispensable.

Por: Manuel Hernández-Samperio.

Las películas que hablan de discapacidades suelen poner a sus protagonistas como personajes con los que se debe ser condescendientes pues debe incluirse (a veces por la fuerza) en la sociedad. En el caso de La magia de los sentidos, podemos apuntar que no hacer eso es una de las características que juegan a su favor para contar su historia de mejor manera y tener un efecto mucho mayor en el público.

Louise es una mujer que vive en La Provenza, Francia es viuda, con dos hijos y se esfuerza por continuar con el negocio que el marido le heredó: la venta de tartas; sin embargo, su situación económica no es la más óptima y cada día parece empeorar, para su suerte un día golpea por accidente a Pierre, un tipo que se muestra raro desde el principio pero que conforme irá conociendo se dará cuenta de la importancia que puede ocupar en su vida. 

Por su parte Pierre, es un joven con síndrome de Asperger, el cual le permite tener una inteligencia muy desarrollada, pero a la vez enfrentar problemas a la hora de socializar con las demás personas, para cuando se conoce con Louise enfrenta problemas legales, por esa misma razón. El encuentro cambiará la vida de ambos, enseñándoles que a veces la compañía de quien menos lo esperas puede ayudar a mejorar y enfrentar las situaciones de la vida. 
  
La magia de los sentidos nos presenta una historia sencilla, sin pretensiones pero cuyo producto final termina por generar buenas reacciones en el público. Encontramos que el guión se desenvuelve de la misma forma en que se desarrollaría una comedia romántica, sin embargo, es la creación de los personajes la que le da un giro a los clichés desencadenando en un personaje como Pierre, que conforme avanza la trama se va volviendo entrañable, además de una mujer que lucha en todo momento por salir adelante con la familia que tiene, la interacción entre estos dos, le dará frescura a las situaciones de comedia. 

En apoyo a lo anterior, las actuaciones están muy bien desarrolladas, sin duda la interpretación de Benjamin Lavherne como Pierre es excepcional, acompañado de Virgine Efira quien también logra llevar a su personaje a un buen grado de verosimilitud y que complementa en buen forma lo realizado por Lavherne, en la pareja se nota buena química lo cual trabaja en favor de la cinta. El resto del reparto aporta con su presencia, algunos elementos que ayudarán a que la trama camine. 

La magia de los sentidos es una cinta que tiene diferentes elementos que la vuelven entrañable, si bien cuenta con muchos elementos propios del género en que se desenvuelve, también echa mano de otros más que la vuelven interesante y muy divertida. Su mayor acierto es el tratamiento que realiza del personaje con el síndrome, pues se le da un gran valor como persona y de plano nos trae a colación un tema pocas veces explorado en la cinematografía y en la misma sociedad, con guiños a la inclusión tan de moda y tan poco ejecutada.

La magia de los sentidos, Eric Besnard, Francia, 2015, 100 mins. Con: Virgine Efire, Benjamin Lavherne, Hervé Pierre, et. al.


No hay comentarios:

Publicar un comentario