Por: Manuel Hernández-Samperio.
Las películas que hablan de discapacidades suelen poner a sus protagonistas como personajes
con los que se debe ser condescendientes pues debe incluirse (a veces
por la fuerza) en la sociedad. En el caso de La magia de los sentidos,
podemos apuntar que no hacer eso es una de las características que juegan a su favor para contar su historia de mejor manera y tener un efecto mucho mayor en el público.
Louise es una mujer que vive en La Provenza, Francia es viuda, con dos hijos y se esfuerza por continuar con el negocio que el marido le heredó: la
venta de tartas; sin embargo, su situación económica no es la más
óptima y cada día parece empeorar, para su suerte un día golpea por
accidente a Pierre, un tipo que se muestra raro desde el principio pero
que conforme irá conociendo se dará cuenta de la importancia que puede
ocupar en su vida.
Por
su parte Pierre, es un joven con síndrome de Asperger, el cual le
permite tener una inteligencia muy desarrollada, pero a la vez enfrentar
problemas a la hora de socializar con las demás personas, para cuando
se conoce con Louise enfrenta problemas legales, por esa misma razón. El encuentro
cambiará la vida de ambos, enseñándoles que a veces la compañía de
quien menos lo esperas puede ayudar a mejorar y enfrentar las
situaciones de la vida.
La magia de los sentidos nos presenta una historia sencilla, sin pretensiones
pero cuyo producto final termina por generar buenas reacciones en el
público. Encontramos que el guión se desenvuelve de la misma forma en
que se desarrollaría una comedia romántica, sin embargo, es la creación
de los personajes la que le da un giro a los clichés desencadenando en
un personaje
como Pierre, que conforme avanza la trama se va volviendo entrañable,
además de una mujer que lucha en todo momento por salir adelante con la
familia que tiene, la interacción entre estos dos, le dará frescura a las situaciones de comedia.
En apoyo a lo anterior, las actuaciones están muy bien desarrolladas, sin duda la interpretación de Benjamin Lavherne como Pierre es excepcional, acompañado de Virgine Efira quien también logra llevar a su personaje a un buen grado de verosimilitud y que complementa en buen forma lo realizado por Lavherne,
en la pareja se nota buena química lo cual trabaja en favor de la
cinta. El resto del reparto aporta con su presencia, algunos elementos
que ayudarán a que la trama camine.
La
magia de los sentidos es una cinta que tiene diferentes elementos que
la vuelven entrañable, si bien cuenta con muchos elementos propios del
género en que se desenvuelve, también echa mano de otros más que la
vuelven interesante y muy divertida. Su mayor acierto es el tratamiento
que realiza del personaje con el síndrome, pues se le da un gran valor como
persona y de plano nos trae a colación un tema pocas veces explorado en
la cinematografía y en la misma sociedad, con guiños a la inclusión tan de moda y tan poco ejecutada.
La magia de los sentidos, Eric Besnard, Francia, 2015, 100 mins. Con: Virgine Efire, Benjamin Lavherne, Hervé Pierre, et. al.
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