viernes, 5 de agosto de 2016

Superando retos orientales en occidente. Sushi a la mexicana.

Por: Manuel Hernández-Samperio.

Estados Unidos, por su característica de recibir miles de inmigrantes al año se ha convertido en el lugar en donde todas estas culturas tienen que aprender a convivir, cada una aportando parte de sus costumbres y adaptando algunas de las que ven en otros a su forma de vida. Sushi a la mexicana nos habla de esta situación con una trama encaminada a inspirar a quien decida verla.

Juana Martínez (Diana Elizabeth Torres) es, junto a su padre e hija una inmigrante que busca ganarse la vida en otro paísdespués de pasar varias veces por un restaurante japonés en donde solicitan un asistente de cocina se decide aprobar suerte, su hambre por superarse la llevará a intentar ascender de puesto en un entorno que, por tradición, le ha delegado la tarea de ser chef de sushi a los hombres y en un lugar en donde una latina rompería con las reglas establecidas del lugar, pues según sus dueños, los clientes buscan la autenticidad en el restaurante.

En el intento de superarse llevará las prácticas a casa, donde la ven con desconfianza pues piensan que está negando sus raíces, lo cual la obligará a hacer algunas adaptaciones a su forma de cocinar, herramienta que en su momento le ayudará a superar las barreras que la vida le imponga.

Sushi a la mexicana es un filme que se enfoca, entre otras cosas, en la lucha diaria de los migrantes por ganarse la vida, y las condiciones en la que muchos, o la gran mayoría d'e ellos vive y aquí es importante destacar que no sólo los migrantes mexicanos, sino los de cualquier nación, de esta forma, conoceremos a una familia mexicana y a personajes japoneses que intercambiarán costumbres.

Sin embargo, el guión aporta muy poco de nuevo, tanto en su estructura como en las temáticas: una mujer se enfrentará a todo el mundo de ser necesario, con tal de cumplir su sueño de llegar a ser chef y sacar adelante a su familia, habrá algunos machistas tanto mexicanos como japoneses que no creerán en ella, y seguramente en la mente del lector ya sabe hacia dónde se dirige el asunto, habrá que decirle que también hay un concurso, saque sus conclusiones.

Las actuaciones son relevantes, la química e interacción de los personajes principales Juana y Aki (Yutaka Kateuchi) le da gran vitalidad a la película, el nacimiento, casi involuntario, de su amistad demuestra que es posible superar las barreras del lenguaje y de la costumbres impuestas por la cultura para convivir con otros seres humanos, además esta relación está plagada de tintes cómicos hasta cierto punto inocente. La actuación del "Apá" (Rodrigo Duarte), si bien aparece poco y es pintado como el macho mexicano gruñón, le irá dando más toques de comedia a la cinta.

En cuanto a los elementos técnicos de la cinta, están bien llevados y bien logrados, la edición, el ritmo, la fotografía van acorde a las necesidades de la historia, hay unas escenas que parodian a los programas de televisión que también están bien llevadas, pues se emplea el discurso televisivo para su realización, la música en este momento es un aspecto que se hace visible y que rompe de tajo con los clichés, pues no tiene nada que ver con las culturas en cuestión.

Sushi a la mexicana, tiene todos los elementos que hemos visto en repetidas ocasiones es probable que se maquine el final casi desde el principio, sin embargo, es interesante porque nunca aburre, porque hace una serie de denuncias sociales (quizá esto explique que nadie quisiera distribuirla hasta que ganó algún premio en un festival) y porque la forma en que las relaciones se van dando más allá de llevarla a la "típica comedia romántica" estadounidense desembocan en amistades entrañables.

Sushi a la mexicana, Anthony Lucero, E.U.A., 2015, 106 min. Con: Diana Elizabeth Torres, Yutaka Kateuchi, Rodrigo Duarte, et. al. 


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