Por: Manuel Hernández Samperio.
Los movimientos juveniles comúnmente son incomprendidos, ya sea por la forma de vestir o las actividades que realizan es frecuente que la "opinión pública" termina por estigmatizarlos, señalarlos y etiquetarlos. Esto no es nuevo, el temor a los jóvenes emana desde movimientos un tanto lejanos como el rock and roll de los cincuenta o el movimiento estudiantil del 68. Desde entonces se los ha señalado y, en el peor de los casos, marginalizado y criminalizado. Partiendo de este escueto análisis es que podemos poner en contexto a Aerosol, película de Mauricio D. Anguiano que después de muchos años ha logrado exhibirse.
Drama es una joven que se dedica a bailar, tiene su crew y compiten frecuentemente en el F.B.I., lugar en donde confluyen distintas agrupaciones para las competencias de rimas o baile, a este lugar suele asistir Tren, el novio de Drama quien después de abandonar la escuela por algunas diferencias, se gana la vida junto a sus amigos vendiendo piratería y que como pasatiempo se dedica a graffitear las paredes.
Las cosas entre ellos parecen cambiar gracias a la aparición de "El Loco", un narcotraficante que se ha adueñado de la colonia, imponiendo miedo y haciéndose de una banda de seguidores que lo ayudarán a defender el territorio, cubriéndole la espalda mientras realiza sus fechorías.
Aerosol es una película que se centra en la vida urbana y no tiene empacho en reflejar las problemáticas que han azotado a los jóvenes y en general a la sociedad, desde décadas atrás. La historia se desarrolla en el cinturón urbano de la Ciudad de México, frecuentemente marginalizado y estereotipado como un lugar peligroso, digno escenario para una historia en donde las drogas, las armas y la calle ocupan un lugar esencial.
El problema que se devela es la manera en que los jóvenes tienen que lidiar no sólo con un entorno violento, sino también con los estereotipos que la misma sociedad les otorga, desencadenando con ello el acoso policiaco o las marcadas diferencias de clases sociales que les impiden o incitan a entrar en diferentes lugares.
Estéticamente la película es muy propositiva, se mezcla en varias ocasiones la animación, el estilo visual del graffiti y una iluminación que mezcla diversas tonalidades, dando un resultado que coquetea con la psicodelia y hace llamativos los encuadres. Se mezcla además un lenguaje más propio del discurso televisivo que en ciertos momentos le da buen ritmo a la edición, el manejo de la cámara en los bailes dentro del bar recuerdan a las películas en donde los grupos coreográficos son los protagonistas, está bien logrado.
El aspecto de la música tiene gran peso dentro de la trama, Djs con carrera en el underground mexicano como Aztek y algunos personajes de la escena roquera como Paco Ayala de Molotov, Quique Rangel de Café Tacvba o Dante Spinetta de Illya Kuryaki & the Valderramas lo corroboran. Durante la trama se escucharán diferentes ritmos desde el punk hasta la cumbia y el hip hop que dejan ver lo diversa que puede ser la juventud, aún viviendo en un mismo espacio.
Las actuaciones son el primer problema que enfrenta el filme, por momentos las reacciones y actitudes que tienen algunos de los personajes son poco creíbles o en su defecto, exageradas, lo cual provoca cierto humor involuntario, no todos tienen este tipo de problemas, pero sí son varios los momentos en que este tipo de reacciones gana más notoriedad que la misma historia que se cuenta.
En adición a lo anterior, la película presenta severos problemas con la continuidad, no en cuanto a la historia, sino en los movimientos dentro de una misma escena, son notorios en los movimientos de las manos, cabeza, incluso con el sangrado de uno de los personajes, por momentos lo tiene del lado derecho y otras del izquierdo.
Aerosol es una cinta que plantea y pone de frente los problemas "actuales" de la sociedad mexicana, si bien se basa en una premisa muy simple (una relación que se enfrenta a la intromisión de un tercero) es el entorno en el que se desenvuelven el que denuncia la situación y violencia que enfrentan los jóvenes y los ciudadanos en general, además de las ya clásicas corruptelas de organismos gubernamentales como la policía.
Aerosol, Mauricio D. Aguinaco, México, 2015, 96 min. Con: Paco Ayala, Vanessa Bauche, Christian Vázquez, et. al.
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