Por: Manuel Hernández-Samperio.
En la mayoría de los países, las crisis económicas suelen durar algunos años y posteriormente son superadas, en México las cosas son muy diferentes, vivimos en una crisis perenne con gobiernos a los que les encanta comprar deuda o transar para beneficio propio. Esta situación ha sido llevada al cine una y otra vez y las fuente de inspiración parece no agotarse, El comienzo del tiempo es un reflejo de ello, que con creatividad nos plantea una historia con mensaje.
Antonio y Bertha son una pareja de ancianos que viven en la soledad desde que su hijo los abandonó algunos años atrás dejándoles además una deuda que han pagado a cuentagotas, su vida se llena de problemas cuando, debido a la crisis por la que atraviesa el país el gobierno se ve obligado a suspender el pago de sus pensiones, situación que les exigirá buscar ingresos a como dé lugar; si el problema del dinero no fuera suficiente, un encuentro inesperado con su hijo les traerá un nuevo miembro a la familia: su nieto, un joven nini que se niega a sufrir como sus abuelos y espera que todo le llegue a las manos.
Ante esta situación Antonio y Bertha tendrán que enfrentarse a diferentes decisiones que impliquen debates morales, siempre acompañados de sus amigos y con la (poca, muy poca) ayuda de su nieto, todo para tratar de salir adelante.
El comienzo del tiempo es una cinta con gran contenido, retoma la temática de la tercera edad, la cual ha sido recurrente en el cine mexicano durante los últimos años, éste es un sector mayormente olvidado a nivel social y es, precisamente el abanono, uno de varios problemas que se proponen para la reflexión dentro de la cinta, con facilidad se le pueden sumar las crisis económicas (una constante de este país, aunque ya no es nuevo, vuelve hostil cualquier historia), los gobiernos que no comprenden a la gente (y quienes a pesar de la edad buscarán derrocarlos) y la falta de empleos, entre otros.
Los personajes son encarnados por actores no profesionales, característica que puede notarse constantemente por los diálogos repetitivos o porque hay un gran espacio para la improvisación en las escenas, sin embargo, esta condición no determina que sean deficientes, por el contrario, el personaje de Antonio se vuelve entrañable conforme avanza la cinta y evoca, seguramente en más de uno, aquellas charlas que los viejos tienen con los jóvenes, que aún siendo repetitivos están llenos de sabiduría o de reflexiones sobre la vida, la muerte, el paso de tiempo, etc.
El guión es interesante, ya mencionamos que es evidente que hay algunas escenas con mucha improvisación, sin embargo, también cuenta con algunos momentos plagados de comedia, el nieto nini, con un personaje que brilla por ser sumamente inexpresivo, le dará algunos toques de sarcasmo que en suma terminan siendo muy divertidos.
En El comienzo del tiempo el espectador se enfrentará con un mundo viejo (mismo proceso que sigue nuestra sociedad, después del boom demográfico de los 60), que enfrenta problemas agravados por los años. A la cinta se le puede cuestionar un final tan abrupto, pues después de haber planteado de buena forma a sus personajes la historia de cada uno de ellos termina de tajo, sin gran explicación.
Aún cuando los distribuidores insisten en que el filme puede tener mayor recepción en gente de la tercera edad, creemos que el mensaje puede y debe llegar a un sector mucho más amplio: a una generación de padres que por las circunstancias (económicas en su mayoría) han ido abandonando tanto a sus progenitores como a sus hijos; pero también a una generación de jóvenes que probablemente se vean reflejados y reciban, sin concesiones, una buena sacudida al ver a la pareja de ancianos luchar por resolver sus problemas frente a un mundo cada vez más indiferente.
El comienzo del tiempo, Bernardo Arellano, México, 2014, 110 min. Con: Antonio Pérez Carbajal, Bertha Olivia Ramírez Misstilipiss, Francisco Barreriro, José Sefami, et. al.
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