sábado, 2 de abril de 2016

Sonita, rapeando contra la imposición cultural.

Por: Masiel Rico Landa.

¿Has pensado en el día de tu boda?, ¿Has encontrado a la persona indicada o has tenido una meta que te impiden alcanzar?... Imagina ahora tener que abandonar ese sueño y en su lugar casarte con el mejor postor, dispuesto a comprarte con tal de tenerte.

La historia de Sonita, una adolescente afgana que sueña con ser rapera, nos ofrece la oportunidad de ver esa situación como una realidad innegable de muchas niñas de medio oriente, a quienes desde pequeñas se les convence de que ese será su destino y lo aceptan sin cuestionarlo, aquellas que se atreven a ir contra las reglas llaman la atención, ese es el caso de la protagonista del filme.

Dirigido por la iraní Rokhsareh Khsareh Ghaem Maghami, este documental guía al espectador durante sus 90 minutos de duración, de una forma tan natural que consigue establecer una cercana conexión entre la protagonista y el público, y es que si bien la técnica no va más allá de una fotografía y audio bien realizados, la buena construcción narrativa concentra el poder del filme y a su vez le da fortaleza suficiente para mantener a la audiencia interesada.


Sonita anhela convertirse en una famosa rapera que mediante sus canciones exprese su sentir y luche por justicia para quienes viven una situación difícil como la suya, sin embargo, esta producción alemano-iraní-sueca, muestra la dura vida que enfrenta la adolescente afgana, no sólo al verse obligada a casarse como lo dicta su cultura, sino también por ser una migrante ilegal en Irán (llegada cuando Estados Unidos decidió invadir su país de origen) e incluso por no poder ser lo que tanto desea.

Por otra parte, el limite que cruza la directora respecto a la relación que tiene con su protagonista y la manera en que va interviniendo con relación a los sucesos de la realidad, llevarán a la audiencia a una polémica reflexión sobre si es posible cambiar y manejar la historia que se está documentando cuando su relación interfiera en el desarrollo y desenlace de la historia.

Así, enmarcada por una tranquila noche en el monumento a la revolución y en un relajado y fresco ambiente de jóvenes, adultos y hasta niños, el documental inaugural oferta una clara muestra de aspectos culturales, religiosos, políticos y hasta éticos que orillaron a la audiencia al debate y el análisis, uno de los elementos más plausibles del recomendable filme.

Sonita de Rokhsareh Ghaem Maghami, Alemaia-Irán-Suiza, 2015, 90 min.



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