Por: Manuel Hernández-Samperio.
Es probable que más de una vez hayamos escuchado la frase "que tus sueños se vuelvan realidad, es más probablemente hasta la hayamos empleado para desearle buena suerte a alguien. Pero muy es casi seguro que nunca nadie se detiene a pensar cuáles son los sueños de los demás y mucho menos desearía que una pesadilla, por mínima que fuera, supere el plano de lo onírico e irrumpa en la dimensión en la que la vida se lleva a cabo. Probablemente después de ver Somnia, antes de despertar, piensen de nuevo el significado de esta frase.
Cody (Jacob Tremblay) es un niño que quedó huérfano desde los tres años cuando su madre murió enferma, que ha estado en dos hogares distintos y que por circunstancias extrañas las dos parejas que lo han adoptado han desaparecido o tenido un final fatídico. Una tercera oportunidad se le ofrecerá cuando Jessie (Kate Bosworth) y Mark (Thomas Jane) lo adopten para llevarlo a vivir. Esta pareja recientemente perdió a su hijo y buscan en la adopción una forma de no extrañar a su antiguo hijo.
Las cosas se complicarán cuando la pareja se dé cuenta de que cuando Cody duerme sus sueños toman forma en la vida real, encuentran así la forma de poder volver a ver su hijo, este deseo, podrían pagarlo muy caro, pues eventualmente un trauma del pasado de Cody toma forma en sus pesadillas llegando al mundo real y ocasionando estragos que tendrán consecuencias fatales.
La premisa de esta película se torna interesante al incluir entre sus ejes principales la temática de los sueños, con guiños a la teoría freudiana que argumenta que todas las experiencias de las personas van formando parte del inconsciente, de esta forma el monstruo que Cody ha creado en su mente, tiene sentido, pues es un recuerdo de su niñez.
Las actuaciones son buenas, si bien Bosworth y Jane hacen un buen trabajo, es sin duda Jacob Tremblay, conocido por The Room (Abrahamson, 2015) en quien recae buena parte de la trama y quien sabe salir avante con una interpretación que destaca, pues logra comunicar desde sus miradas.
Los efectos especiales, comunes en las películas de este género, presentan algunas deficiencias, provocando que el monstruo y algunos elementos realizados por computadora, se vean un poco falsos. En cuanto al diseño sonoro, si bien no difiere muhco de lo que ha sido el terror de los últimos años, apoya en buena medida a la creación de momentos tensos o para provocar en los espectadores algunos sustos.
El guión que en un inicio logra interesar al espectador planteando una historia que parece sólida y cargada con cierto suspenso, se va diluyendo conforme va avanzando, para llegar al momento climático y resolverlo de una forma un tanto decepcionante (principalmente por la velocidad con la que lo hace) para posteriormente darle una explicación al espectador que ha acompañado a los personajes durante la investigación, que se siente innecesaria, pues gracias a los elementos que van apareciendo es fácil inferir cuáles fueron las causas del monstruo. Si bien, podrían haber algunas alusiones a otros clásicos del género como Pesadilla en la calle Elm, guarda ciertas diferencias.
Somnia, Antes de despertar propone una historia que inicia con fuerza, pero conforme avanza va cayendo en una trama un tanto predecible y sobre todo, que se enreda en la intención de hacer una historia diferente a lo que se ha hecho, para terminar de una forma apresurada, donde destacan las actuaciones.
Somnia de Mike Flanagan, Estados Unidos, 2015, 97 min. Con: Kate Bosworth, Thomas Jane, Jacob Tremblay, et. al.
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