La Biblia como contenedor de infindad de historias ha sido retomada recurrentemente para llevar sus relatos a la pantalla grande, el más reciente será acaso la historia de Noé de Darren Aronofsky (una adaptación libre más que haber seguido la historia al pie de la letra). La vida de Jesús también ha sido retomada en diversas ocasiones, sobre todo la parte en que se acercan a su muerte. Sin embargo, pocas veces hemos visto cómo fue su proceso de crecimiento, es en este punto de la historia en donde se centra El Mesías de Cyrus Nowrasteh.
La familia de Jesús se encuentra en Egipto, después de que tuvieron que escapar cuando era un bebé para evitar que lo mataran. Desde ahí José tiene otro sueño que le dice que Herodes ha muerto y que es tiempo de volver. Se desencadena así un camino de regreso a la tierra de donde habían salido.
Cuando regresan se dan cuenta de que los romanos han dominado casi todo el territorio torturando y matando a todos los judíos rebeldes. El hijo de Herodes, heredero del trono, se entera que hay un niño haciendo milagros y decide que debe matarlo para evitar su caída en los próximos años, con lo cual inicia una persecución que llevará a los soldados a enfrentar a Jesús, quien ha convencido a sus padres de ir a Judea para las fiestas de Pascua.

Sin embargo si lo analizamos desde la situación política actual encontraremos dentro de la historia ciertos guiños al sionismo, ya que la familia de Jesús es judía y en diversas ocasiones se hace referencia a "volver a casa", "volver a nuestra tierra", la cual es una de las premisas principales del movimiento sionista. Aunque difícilmente se podrá justificar una guerra a través de una película.
El Mesías es una película con una trama que seguramente muchos ya conocen, sin embargo, la manera en que se cuenta y la forma en que se van desenvolviendo los personajes si bien no dan como resultado la mejor película que se haya hecho sobre este tema, sí desembocan en una historia entretenida y que cuenta con algunos elementos que sorprenderán a más de uno.
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