Por: Manuel Hernández
Por algunas circunstancias (lluvia y la necedad de una reportera) un grupo de estadounidenses acompañados de un camarógrafo y la reportera colombianos llegan a pedir posada en una casa. Sin embargo, no tardan en darse cuenta de que algo no está bien ahí. Sus pesquisas los llevarán a desatar el poder de lo que parece ser un espíritu que los hará pasar malos momentos.
La película se sitúa en la sierra colombiana y el planteamiento o, mejor dicho, la premisa que enmarca la historia y que hace avanzar la historia de este espíritu se basa en que si matan el cuerpo en el que habita, entonces se apoderará del cuerpo de quien lo mató, planteamiento que puede sonar innovador, pero que a la vez resulta muy inverosímil y por momentos hasta gracioso. Quizá apelando a la idea del realismo mágico que se suele tener de Colombia, gracias a muy honrosos representantes de la literatura.
Las actuaciones no son brillantes, por momentos son exageradas y en otras ocasiones los personajes tienen algunas reacciones que sugieren que la obra dramática se acerque más a una farsa que a un episodio de terror.
La edición, si bien en un principio incluye tantos cortes que resultan un buen estímulo para el mareo, conforme va avanzando la historia se va asentando y va dando mayor importancia a lo que se cuenta.
De la dirección de la cámara se puede mencionar un pequeño plano secuencia en un momento de cierta tensión que termina con un policía amenazando a la familia.
Hay que resaltar los efectos y el maquillaje en momentos específicos del ataque de dicho espíritu pues están bien desarrollados y dejan ver el enojo que lo envuelve. Esta caracterización está bien llevada a cabo.
Otro elemento que es digno de destacar es el giro que la historia da para encaminarse de manera sorpresiva hacia su final, aunque es la única sorpresa planteada por el guión.
En general la historia es un cliché y una repetición más de los estereotipos que suelen abundar en el género. Algunos momentos, muy contados, terminan produciendo miedo aunque en la mayoría tanto el planteamiento de la historia, el delos personajes y hasta el del espíritu coquetean más con elementes cómicos que de terror. No aporta.
La Cabaña del Diablo de Víctor García. Estados Unidos- Colombia, 2014. Con:Peter Facinelli, Sophia Myles, Elizabeth Withmere.
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