El ataque de las barbas. Los parecidos.

Por: Manuel Hernández.

Los sucesos del 2 de octubre de 1968 han ido de acuerdo a aquella frase que tanto se ha repetido y que siempre acompaña, no se han olvidado, más aún, la cinematografía se ha adentrado en varias ocasiones en estos eventos para tratar de explicar (se, nos) qué fue lo que pasó. Los Parecidos cumplen con esa función. “O… al menos eso es lo que el espectador creerá”. 

Ulises se encuentra varado en la estación de autobuses, intenta regresar a la ciudad de México. Ahí se irá encontrando con algunas otras personas que se enfrentan a la misma situación, sin embargo, algo no está bien en el ambiente y todos comienzan a sufrir una variación en su aspecto, barba y bigote se apoderan de sus rostros. Lo importante será descubrir qué es lo que está pasando, si hay algún culpable y cuál es la razón por la que les está sucediendo. Mientras eso sucede, las reacciones de la gente podrían no ser las mejores, desencadenando dudas entre cada uno de los personajes que se encuentran ahí. Todo esto, contextualizado, adivinó el lector, en la noche previa al 2 de octubre de 1968. 

Filmada en blanco y negro, Los Parecidos plantea una historia en donde se trata de crear suspenso en la búsqueda de algún poder sobrenatural, todo esto haciéndonos ver que cada uno de los personajes tiene algo de sospechoso.

La propuesta recuerda algunas otras películas, El Ángel Exterminador entre ellas (no pueden salir de la estación) y sin embargo, en la mayor parte del tiempo más allá de crear suspenso o provocar terror (miedo o sus derivados) va más allá y termina por ser y proponer algunas escenas cómicas. Sobre todo al ver a las mujeres con barba y bigote. Mención sobre esto, la caracterización y el maquillaje en este aspecto son buenos, y aunque en algunos momentos un efecto hace que se le deforme la cara a una mujer, la mayor de las veces logran un buen resultado, característica que se está convirtiendo en 

una constante en las películas mexicanas de terror. 

La fotografía está bien realizada, el blanco y negro que muchas veces dificulta las cosas está bien llevado, sin embargo, no se utiliza como un elemento que ayude a crear atmósferas o que ayude a incrementar el suspenso o que esconda algún misterio, sino simplemente ayuda a que no se subexponga ni sobreexponga la imagen. 

Las actuaciones son buenas, con sus bemoles, Gustavo Sánchez Parra, que es una garantía hace un buen papel, Irene Azuela dentro de lo que le fue exigido también, Humberto Busto, es quizá un poco exagerado en su papel, pero también insistente con sus diálogos, lo cual a veces provoca que el personaje no sean tan creíble. El resto hace interpretaciones buenas, y quien por momentos parece no terminar de ponerse en su papel (quizá por la inexperiencia de la edad) es ………….. el niño. 

Destacan también algunos homenajes o referencias a otros clásicos, una escena de Psicosis, la mujer embarazada (que recuerda a RoseMary y su bebé), existió también un cortometraje llamado bigote lunar, que bien podría coquetear con la premisa de la película y una referencia que el director hace a u anterior trabajo “El Incidente” .

Si bien la película no termina de causar una sensación suspenso y miedo, quizá por lo exagerado o la edición que lleva, da gusto ver cómo es que las producciones mexicanas se arriesgan cada vez más a realizar este tipo de géneros, a incluir efectos y caracterizaciones más demandantes y llevarlos a buen término.

Los Parecidos de Isaac Ezban, México, 2015, 90 min. Con: Gustavo Sánchez Parra, Casandra Ciangerotti, Humberto Busto, et. al.