Por: Manuel Hernández
Claire le había prometido a Laura, su mejor amiga desde la infancia, que cuidaría de su marido David y su hija recién nacida cuando muriera. El momento llega y aunque Claire se encuentra deprimida por la pérdida de su amiga, aún así se decide a visitar al viudo a su hija y al llegar ahí encuentra una sorpresa: al viudo le gusta vestirse de mujer. A partir de este momento la película centrará su atención en ver cómo se va desarrollando la relación de Claire y Virginia, como se hace llamar David.
La película, dirigida por Francois Ozon, se centra sobre la temática del travestismo, planteándola desde una óptica que se acompaña por el humor sarcástico que ha demostrado en algunos trabajos previos, de hecho es este humor en el que recaen algunos momentos agradables de la cinta.
Las actuaciones son destacables, Romain Duris, quien es el encargado de interpretar a David/Virginia logra llevar a su personaje por pasajes que demuestran su buena interpretación, verlo correr en tacones es sorprendente, sin embargo, en algunas ocasiones lleva los movimientos y reacciones de su personaje a la exageración provocando que no siempre cause gracia o simpatía, aunque la mayor parte del tiempo está bien.
El guión plantea situaciones interesantes, jugando, como suele ser el estilo de Ozon con la realidad y la fantasía y llevando al espectador a distintas reacciones gracias a las conjeturas que se va formulando y a las que, por momentos hábilmente y en otras echando mano de cierta fantasía que lleva a la inverosimilitud, Ozon les da la vuelta, incluso el final de la cinta es totalmente inesperado.
La película se antoja interesante, y sin embargo, no termina de cuajar, aún cuando se va llevando de la mano al espectador por algunas situaciones intensas no termina por presentar lo que podría ser la carnita de una situación tensa: el momento en el que el personaje tiene que aceptar y afrontar su condición de travesti y la aceptación o rechazo por parte de los que lo rodean. De hecho este punto se evita y se da un salto de siete años dentro de la trama.
La fotografía, arte y caracterización de los personajes pertenece y reflejan bien el estilo del director. La edición es buena, la música varía bastante, desde el inicio con una orquesta sinfónica, hasta música electrónica y la inclusión interesante de Une femme avec toi.
En los tiempos en los que la sociedad comienza a abrirse y aceptar la diversidad llega esta película que trata de tomar los estereotipos y reirse de ellos.
Una nueva amiga de Francois Ozon, Francia, 2014, 105 min. Con Romain Duris, Anais Demoustier, Raphael Personnaz, et. Al.
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