viernes, 20 de noviembre de 2015

Las vueltas de la vida. Steve Jobs

Por: Manuel Hernández

Películas con tinte biográfico hay muchas, algunas encumbran al personaje en cuestión, pocas se atreven a mostrarlos con defectos, demonios y problemas, como cualquier persona podría decirse. La nueva cinta de Danny Boyle se plantea presentar un Steve Jobs inclinado hacia la segunda perspectiva, es decir, s allá de engrandecerlo como la figura mediática que muchas veces se nos ha presentado, lo plantea con los miedos e inseguridades que pudieran atañerle a todo ser humano. 


La película se divide en tres momentos diferentes, 1984, 1988 y 1998 justo en el momento previo al lanzamiento de uno de los aparatos que Steve Jobs había propuesto y desarrollado: la Macintosh, el cubo negro con su empresa Next y la iMac. Y en cada uno de los momentos se encuentra, principalmente, con tres personajes diferentes: su hija y la madre de ésta, su amigo y socio Steve Wozniak y su jefe John Sculley. 

Lo interesante de esta puesta es el hecho de cómo se plantea al personaje principal, con sus problemas, miedos e incertidumbres, aunque también se nos muestra a un Jobs convencido de sí mismo, de lo que hace y de lo que quiere lograr, quizá esta característica, aunque arrogante, fue la que lo hizo llegar hasta donde estaba. 


Las actuaciones son muy convincentes, con un Fassbender que logra llevar a su personaje de la alegría a la tensión y al enojo en un momento con una especie de anti-héroe que busca demostrar que siempre tiene la razón y que tiene un modo sarcástico que le da algunos tintes de humor a la historia, y sin embargo, la cinta y el argumento no se habrían desarrollado de buena forma sin el personaje que encarna Kate Winslet, la cual va evolucionando en buena forma y que en buena medida es en quien recaen las frustraciones del protagonista, absorbiéndolo y soportándolos. Punto aparte es el diseño del arte y la caracterización que va acorde con la época en la que se va desarrollando la acción, desde el cabello y look de Winslet hasta los detallitos tecnológicos como un Walkman o el mismo uso de las computadoras. 

La edición tiene buen ritmo, acelerado en muchas ocasiones, lo cual puede llegar a aturdir, pero también da algunos descansos con tomas un poco más largas; basándose en el guión propone una escena interesante en donde se hilan inesperadamente discusiones similares y paralelas con cuatro años de diferencia y que terminan por dar a entender en buena medida una parte importante en la vida del personaje: su salida de Apple. Las transiciones entre cada época se logran de una manera creativa, lo cual hace que esas elipsis no se sientan tna evidentes para llegar de nuevo a un punto relevante del personaje. 
Quizá el detalle a criticar es el ritmo demasiado rápido que se empleó para contar la historia, es evidente que englobar quince años en un par de horas siempre es comoplicado, más aún, se dan algunos guiños hacia años posteriores, por lo cual pareciera un abuso concentrar en las tres situaciones todos los encuentros que se plantearon desde un inicio, pues por momentos llega a ser tanta la información que podrían generar cierta incertidumbre o cansancio en los espectadores. 

Streve Jobs es una propuesta interesante, bien llevada y con diversos puntos de tensión que humanizan al personaje y que reflejan el porqué el tipo llegó a revolucionar la vida y la forma en la que percibimos e interactuamos con ella en nuestros días. No está de más decir que el guión es una adaptación de la biografía realizada por Walter Isaacson. 
  
Steve Jobs de Danny Boyle, Estados Unidos, 2015, 122 min. Con Michael Fassbender, Kate Winslet, Seth Rogen, et. Al. 


3 comentarios:

  1. "La edición tiene buen ritmo, acelerado en muchas ocasiones, lo cual puede llegar a aturdir, pero también da algunos descansos con tomas un poco más largas".

    ¿Entonces tiene buen ritmo aunque llegue a aturdir?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Danny Boyle tiene un buen manejo del ritmo, sabe cuándo acelerar en momentos turbios y en momentos más tranquilos sabe darle tiempo a la duración de sus planos y a los movimientos de la cámara haciéndolos más sutiles, el detalle es que en algunos momentos, donde la trama plantea discusiones para ser más específicos, los cortes y los diálogos llegan a ser tan rápidos que si no estás atento pueden llegar a aturdirte o a perder el hilo.

      Eliminar
  2. Si bien no me parece el mejor trabajo de Danny Boyle, se mantiene fiel a su estilo con la vertiginosa y efectiva edición que lo ha caracterizado. Al mismo tiempo este filme, y Jackie de Larraín podrían funcionar como piezas de acompañamiento, no solo por su similar estructura narrrativa, sino por abordar personajes clave de la cultura noteramericana.

    ResponderEliminar