Por: Manuel Hernández Samperio
Desde la primera escena te ves inmerso en la acción: una banda de asaltantes que por azares del destino se ve obligado a subir a un camión con una embarazada de por medio, ahora en tu cabeza han puesto la necesidad de saber no sólo cómo es que llegaron ahí, sino cómo saldrán. En ese momento, el director te lleva a situarte una semana antes, donde el dueño de un casino y sus secuaces se muestran sanguinarios y evidencian que no les gusta perder ni un sólo peso (o dólar, es una película estadounidense), te han contado las dos partes, sabes que si los dueños del dinero atrapan a los ladrones todo acabará mal, pero cómo será ese proceso.
La premisa es la siguiente: un padre (Jefrey Dean Morgan) busca conseguir dinero para pagar un tratamiento para su hija enferma, el dueño del casino (Robert DeNiro), quien solía ser su amigo, se reusa a prestárselo y ante esta situación se aliará con un compañero (Dave Bautista) del trabajo para orquestar el robo del dinero, que dicho sea de paso es "lavado" lo cual provocaría serios problemas al dueño del casino.
Desde mi punto de vista, lo interesante de esta película sucede en el guión, el cual se antoja inteligente y aderezado acertivamente por un cúmulo de sorpresas que se van revelando poco a poco y que van cambiando la trama para darle nuevos giros y llegar a nuevas situaciones en donde pareciera que ya no habrá marcha atrás.
Si bien la creación de los personajes cae en el cliché: el bueno redimido que tiene que hacer algo malo, el malo desesperado, el matón, el jefe, la policía que busca hacer siempre el bien; en muchas ocasiones dan pequeños giros, haciendo un poco más interesante la trama. Esto aunado a buenas actuaciones.
Otro elemento a considerar es el constante movimiento de la cámara, normalmente las películas de acción están plagadas de cortes, pero con la cámara fija, en esta película la cámara está en movimiento en buena parte de las acciones, lo cual provoca en el espectador la sensación de estar dentro del autobús o ser un testigo más en el momento del robo. Esta simple peculiaridad ayuda a aque la película tenga ritmo y que por ende no pese.
Es cierto, la historia es predecible, sabes cómo terminará y hasta quien sobrevivirá y quien no, sin embargo, la manera en que se resuelven las cosas y se le dan giros a la trama son las que hacen que valga la pena, es de las películas que hacia el final derrumban todas las hipótesis que te habías planteado y que por lo mismo dejan un buen sabor de boca.
Bus 657: El escape del siglo, Heist, de Scott Mann, EUA, 2015, 93 min. Con: Jefrey Dean Morgan, Robert DeNiro, Dave Bautista, et. al.
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