Por: Manuel Hernández-Samperio.
El ser humano, durante su evolución se ha visto obligado a adoptar diferentes conductas y reglas porque de otra forma no habría podido garantizar su convivencia con los demás y con ello, no habría asegurado su supervivencia. Una de ellas es la monogamia, que en su momento obligó al ser humano a permanecer con una sola pareja. Sin embargo, constantemente podemos ver que esta condición es difícil de llevar a cabo. Nuestro tiempo, la más reciente película de Carlos Reygadas, emplea esta situación para contarnos su historia.
Juan Díaz (Carlos Reygadas) es un escritor reconocido mundialmente, pero tiene otra pasión: cuidar y cultivar ganado de lidia, estar al frente del rancho del que es propietario le demanda tiempo y le obliga a permanecer por largas jornadas en el lugar. Esther (Natalia López), su esposa, le apoya con la administración del lugar, aunque se tiene que ausentar con frecuencia a la ciudad para atender toda índole de negocios.
La vida del matrimonio y la tranquilidad de la familia se verá alterada cuando Juan descubra que su esposa mantiene una relación en secreto con Phil (Phil Burgers) un arrendador al que ha conocido. Esto provocará una serie de desencantos, manías, filias y peleas que podrían llevar a la pareja a nada bueno.

Partiendo de esta premisa, el guión nos propone una historia que busca alimentarse de las situaciones humanas y en este aspecto la propuesta es relevante, sin embargo, poco a poco cae en un círculo repetitivo, que no logra instaurarse definitivamente en cada uno de los personajes, vemos constantemente a una pareja que no logra resolver nada, en donde el marido indaga, cela, pero no actúa, en donde aparecen viajes que alargan la trama sin aportar gran cosa.

En el aspecto técnico podemos ver que hay algunos cambios en el estilo del director, pues ya no se emplean de manera tan constante los planos largos, en donde había pocos movimientos, tanto de la cámara como a cuadro, este cambio también le da ritmo al filme, logrando que las tres horas de duración no se vuelvan tediosas. Por otro lado, la fotografía sigue siendo uno de los fuertes del director, pues sabe aprovechar cada uno de los escenarios en donde se desenvuelve la acción, en especial los escenarios naturales en donde se logran bellas postales.
Hay un uso del sonido que le aporta cuestiones interesantes a la trama, en muchas ocasiones nos evita el tener que hacer intercortes cuando hay una llamada telefónica, por ejemplo, o hace avanzar la trama sin la necesidad de enfocar a ninguno de los personajes, una repentina voz en off de una niña, que nos plantea los sentimientos de cada personaje puede llegar a ser un arma de doble filo, pues si bien ayuda a explicar algunas cosas también puede chocar con la trama que se lleva. Encontramos también el uso de metáforas con los toros de lidia, en donde los vemos pelear y es imposible no comparar con lo que ha pasado a los personajes, en donde uno se ha vuelto cornudo y pretende pelear por y con su esposa.
Nuestro tiempo es un filme que busca explorar en la naturaleza humana, en la manera en que desarrollamos las relaciones interpersonales y en cómo una pareja aparentemente liberal entra en una crisis de la que les resulta difícil salir. Sin embargo, casi de manera natural (derivado del guión) se da un desgaste en la trama, en donde se cae en un laberinto en que no hay una salida clara, en donde el personaje principal parece regodearse en su dolor antes de buscar una solución y alargando de más algo que podría resolverse mucho antes. Estéticamente tiene belleza, pero la trama ocupa muchos elementos que están de más para contarnos la historia central.
Nuestro Tiempo, Carlos Reygadas, México-Francia-Dinamarca-Alemania-Suecia, 2018, 173 mins. Con: Carlos Reygadas, Natalia López, Rut Reygadas, et. al.
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