Por: Manuel Hernández-Samperio.
Si mencionamos la palabra Salem inevitablemente el lector pensará, a grandes rasgos, en una historia que envuelve brujas y un sacrificio colectivo derivado de las actividades demoníacas que desarrollaban o al menos eso es lo que ha perdurado como historia oficial. Si bien con el tiempo la figura de las brujas ha sido algo que ha quedado relegado a la fantasía, a los cuentos infantiles o a un mito en donde se juzgó mal a las mujeres, también podemos mencionar que puede existir la idea de que alguna de ellas sobreviva en nuestros días, intentado adaptarse a todos los cambios que han surgido con el tiempo. The witch files de Kyle Rankin es una muestra de ello.
Claire (Jolly Taylor) es un a joven estudiante que realiza diferentes reportajes para el periódico de la escuela. Cuando se propone cuestionar una práctica común en las escuelas estadounidenses que consiste en castigar a los alumnos obligándolos a permanecer en la escuela después de clases, conocerá a un grupo de jóvenes indisciplinadas. Cuando están intercambiando opiniones, Jules (Britt Flatmo) una joven con aspecto dark saca a colación la magia y el poder de la mente, demostrándoles que si quieren lograr algo sólo basta con las buenas vibras.
Gracias a la curiosidad y a las ganas que tiene el resto de las jóvenes por conocer lo que hay detrás de todo lo que les dice, se unirán en un rito con algunos años de antigüedad, lo cual les dará resultados, sin embargo, ninguna de ellas sabe el precio que tendrán que pagar por lo poderes que recién han adquirido.
El filme de Rankin, está realizado mediante la técnica del found footage, en donde una cámara portada por alguno (o varios) de los personajes es testigo y testimonio de lo que ha sucedido. Esto le da y le quita valor a la producción, pues en algunas ocasiones logra justificar el poder introducir una cámara en momentos y lugares importantes, pero por otro hay algunas veces en que es poco justificado el uso de una cámara en todo momento de la vida cotidiana.
Sin embargo, en su defensa, podemos decir que intenta buscar cierta originalidad con respecto a películas antecesoras, por lo cual emplea algunos elementos de cámaras de seguridad que ayudan a explicar algunas situaciones que se dan en la ausencia del personaje principal.
El guión nos propone una historia que arranca con mucho sarcasmo, sin embargo y en detrimento de esto, muchos de los chistes funcionan mucho más cuando son interpretados en inglés ya que en muchas ocasiones son juegos de palabras o situaciones muy características de la cultura anglosajona. Por otra parte, es una trama a la cual en un inicio le resulta un poco difícil empapar al espectador, sin embargo, conforme se va desarrollando, logra plantear las diferentes justificaciones para que toda la fantasía que la rodea sea tomada por algo verosímil, lo cual devendrá en que el espectador sea inmerso en la historia.
Las actuaciones son un poco irregulares, por un lado algunas de las jóvenes realizan un buen papel en cada uno de sus personajes, que aunque clichés, se pueden amalgamar en buena forma: la güera superficial, la morena deportista, la que tiene sobrepeso pero que intenta ser buena onda, la ñoña que le da sentido a todo, la "oscura" que envuelve diferentes misterios. Pero el trabajo contrasta con las actuaciones de personajes incidentales, en especial la agente Paget Brewster) que no termina de creerse la fantasía de la que es parte.
Se cae también en algunos detalles que le restan credibilidad como el hecho de que una bruja tan poderosa no puedan acabar tan fácil con los demás o que los efectos especiales no terminan de ser acordes con lo que ha planteado la situación.
The witch files es una que cumple con un objetivo primordial: entretiene. Busca crear y justificar su propuesta y lo logra en buena medida, si bien en algunas ocasiones se cae en pequeños baches derivado del contraste que genera la inverosimilitud de las acciones con lo que ya han convencido al espectador, una vez que se superan mantiene su historia a flote. Amén de los diferentes tributos que hace, es una cinta que requiere que el espectador esté decidido a darle una oportunidad para inmiscuirse en ella, aunque también podemos señalar que es más susceptible de gustarle a los adolescentes gracias a la conexión que sus personajes pueden crear con ellos.
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