viernes, 17 de agosto de 2018

Mente Revólver. El futuro del país está en tus manos.

Por: Manuel Hernández-Samperio.

Uno de los momentos más relevantes en la vida política de México es sin duda, el asesinato del entonces candidato a la presidencia Luis Donaldo Colosio. Este suceso significó, entre otras cosas, las especulaciones y la mitificación sobre quién había sido el autor intelectual y la sospecha sobre quien era señalado como el autor material, dejando las versiones oficiales, una vez más, en entredicho. Mario Aburto, un joven tijuanense fue acusado y procesado por el magnicidio y es a partir de él que podemos iniciar este texto, como a partir de él se plantea Mente Revólver de Alejandro Ramírez Corona.

En Tijuana, Baja California, Mario Aburto (Baltimore Beltrán) es liberado, gracias a su buen comportamiento, tras purgar 20 años de condena en la cárcel. El mundo que enfrentará es poco alentador: la violencia se ha acrecentado en una sociedad que se niega a aceptar su existencia y con un sistema que pretende hacerlo olvidarse de sí. Chicali (Hoze Meléndez) es un joven que tiene a su abuela bajo su cuidado, la falta de dinero para comprar medicina lo llevará a unirse a la policía donde será presa fácil de la delincuencia organizada, quienes lo buscarán para ofrecerle un trabajo como sicario.
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Finalmente, Jenny (Bella Merlin) es una indigente estadounidense que terminará viviendo en la misma ciudad que los otros dos personajes, encontrando en el narcotráfico una forma de ganarse la vida. Sus soledades y la búsqueda de sí mismos los llevarán a un punto en donde no existen los "hubieras".

El filme de Ramírez Corona parte de un guión que propone una trama que toma lugar en la ciudad de Tijuana, y en ella nos plantea tres historias diferentes, que caminan paralelas y que en algún momento van a entrelazarse derivado de un pequeño pretexto: un revolver, el cual cambiará de manos desde quien lo trae a la ciudad hasta quien lo hará accionar. Este planteamiento (las tres historias que se llevan de forma independiente) permite que cada uno de los personajes se vaya desarrollando de manera natural en los ambientes en donde viven.

El único problema que se enfrenta aquí es el hecho de que una de las subtramas (Jenny) podría no estar y la cinta se seguiría contando de la misma forma, debido a que los otros dos personajes saben llevar el peso de las acciones y con ellos se logra mantener en buena medida la tensión y el suspenso del que está plagada la trama.

Derivado de lo anterior, tenemos unas interpretaciones destacadas, en donde cada personaje lleva al espectador a sumergirse o adentrarse en las distintas vertientes que una ciudad fronteriza (y por ende cosmopolita) puede aportar, desde Aburto interpretado de forma soberbia por Baltimore Beltrán, quien buscará reconstruir su vida y que refleja a la clase obrera característica de estas ciudades. Por otra parte tenemos a un policía introvertido que como constraste tiene un grupo musical, está muy bien personificado por Hoze Meléndez, quien logra transmitir al espectador la serenidad y problemáticas por las que atraviesa; finalmente tenemos a una vagabunda emigrada de Estados Unidos, que podría encontrar en México su forma de vida. Acaso lo que podría cuestionarse las actuaciones es que, si son personajes oriundos de una ciudad norteña, no hablen como gente de ahí, tanto en el vocabulario como (y sobre todo) en el sonsonete.

Por otro lado tenemos un manejo de cámara en donde se nota cierta experimentación pero que al mismo tiempo es una serie de toma de decisiones acertadas, el director no tiene problema en presentarnos los diferentes momentos de la historia a través de movimientos en donde destacan los travellings en donde se acompaña al personaje interactuando con el escenario en que se encuentra, o en su defecto con una cámara fija en donde se pretende mostrar un plano mucho más general de los lugares. 

Este elemento es reforzado con una edición muy bien lograda, que no sólo le da buen ritmo a la cinta sino que aporta para sorprender al espectador en diferentes momentos con cortes abruptos que aceleran el ritmo. El diseño sonoro es otro de los elementos que destacan, pues se ha prestado atención en mostrar los detalles de cada uno de los lugares y cómo cada uno de los personajes tiene ciertas características, como la música o en su defecto, la soledad por la que atraviesan. 

Mente revólver es una cinta que deambula entre los géneros de suspenso y acción en donde juegan distintos personajes, entre ellos la misma ciudad de Tijuana. Al mismo tiempo refleja diferentes problemas por los que atraviesa México pero va más allá, pues al situarse en una ciudad fronteriza, también incluye esos problemas que la vecindad con Estados Unidos han ocasionado. El filme cuenta con muy buenas actuaciones y con una dirección en la cámara y en los aspectos técnicos que complementan en buena medida la experiencia de sumergirse en esta historia.

Mente Revólver, Alejandro Ramírez Corona, México, 2017, 87 mins. Con: Baltimore Beltrán, Hoze Meléndez, Bella Merlin, et. al.


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