La concepción sobre familia y la función que tiene como forjadora de individuos que aporten a la sociedad difiere de una sociedad o cultura a otra, mientras hay países en donde a una edad muy temprana los hijos se vuelven independientes, hay otras en los que diferentes factores influyen para que lo hagan más tarde (en México, por ejemplo la edad promedio es 28 años), uno de ellos es el papel que juega la madre como el eje de unión. Loveling, amor de madre es una cinta dirigida por Gustavo Pizzi que nos refleja una situación derivada de esta premisa.
Irene (Karine Teles) es una madre de familia en Brasil, es la encargada de dar la cara siempre que hay algún problema con alguno de sus cuatro hijos o su marido Klaus (Otavio Müller) , un hombre de buenas intenciones con grandes ambiciones pero con poco tacto para los negocios. Las cosas en su vida cambiarán cuando Fernando (Konstantinos Sarris) es invitado a estudiar y jugar handball en Alemania, oportunidad que el chico ve como única en la vida y que no puede dejar pasar.

La cinta de Pizzi es una radiografía de la manera de ser de las madres en América Latina, exponiéndonos una historia con la que es fácil engancharse gracias a que cada uno de los personajes refleja diferentes vicios y sentimientos muy cercanos a cualquier espectador, todos nos hemos encontrado en medio de una discusión entre hermanos, de pelea de parejas o de las despedidas en donde una madre tiene que hacerse a la idea de dejar ir a sus hijos.

La cámara apoya en buena medida a la historia, en diferentes ocasiones se emplean close ups para acentuar los estados de ánimo de los personajes, otorgándoles sus correspondientes silencios que permiten transmitir al espectador el momento por el que se atraviesa, es el personaje principal el encargado de hacer avanzar la trama gracias a esta herramienta, podemos ver cómo su rostro pasa de la felicidad hasta la tristeza y el positivismo de un nuevo comienzo para el hijo, como lo hace hacia el final de la cinta.

Loveling, amor de madre es una cinta cuyos personajes e historia se tornan entrañables. Como se mencionó anteriormente, tiene la gran habilidad de sentirse demasiado cercana a la gente promedio de Latinoamérica, en donde las madres juegan siempre el rol de unión en la familia y en donde cada uno de sus miembros tiene un lugar especial. Sin duda una cinta que refleja mucho de nuestra concepción de la familia y de cómo los obstáculos siempre son superados cuando hay un poco (o mucho) amor.
Loveling, amor de madre, Gustavo Pizzi, Brasil-Uruguay, 2018, 98 mins. Con: Karine Teles, Otavio Müller, Konstantinos Sarris, et. al.
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