jueves, 7 de junio de 2018

Eres mi pasión. ¿Tu adicción se ha vuelto un problema?

Por: Manuel Hernández-Samperio.

México es un país donde el futbol "es lo más importante de las cosas menos importantes" pero por alguna razón la cinematografía sobre este tema no es muy abundante y cuando aparecen, las cintas no suelen ser tan memorables, es año mundialista y por ello en la industria del cine ha generado algunas propuestas con referencia al deporte, sin embargo, hasta ahora han pasado sin pena ni gloria. Eres mi pasión hace su parte y por sus diferentes elementos podría ser un ejercicio que salga a flote.

El matrimonio de Pedro (Mauricio Isaac) y Luli (Mariana Treviño) ha caído en la rutina debido a los excesos y adicciones de cada uno de ellos, él no puede controlar su gusto por el futbol, mientras ella no puede dejar de trabajar en su pastelería. A ellos se les agrega su hijo, Hugo, quien está enajenado por las redes sociales y sueña con convertirse en un influencer.

Las cosas tocarán su punto máximo cuando por culpa del futbol, Pedro se vea involucrado en algunos problemas con la ley, lo cual llevará a Luli a tomar una decisión sobre su relación y pondrá a Pedro contra la pared, quien tendrá que determinar si puede dejar su adicción o aferrarse a ella y perder a su familia.
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La cinta dirigida por Anwar Safa está llena de contrastes, pues no deja de ser una comedia romántica pero que encuentra en el futbol una herramienta para darle la vuelta a algunas situaciones, el primer punto a señalar es el guión, que incluye el detalle de poner al personaje principal a hablar en todo momento en el argot futbolero, esto tiene sus bemoles, en algunos momentos causa gracia, pero después comienza a caer en lugares comunes y los chistes se vuelven predecibles.

Por otro lado, la trama vuelve a presentar contrastes en la trama mientras su intención honesta de presentar un problema derivado del gusto por el deporte, por otro lado tarda en inducir un conflicto, se toma demasiado tiempo en convencernos de que al protagonista le gusta el futbol con acciones reiteradas y poco en presentarle un punto de inflexión que lo obligue a cuestionarse o a emprender un viaje para generar un cambio. Si bien se desarrollan algunos chistes que dan risa también es cierto que da la impresión de que la cinta no va a ningún lado.

Una situación adicional es la presencia de Christian Martinoli, la cual le da un punto extra a la cinta, es el narrador que ha logrado crear un estilo propio al narrar los partidos, en el acaso de la cinta tiene diferentes funciones, por un lado funge como una especie de conciencia, lo cual puede ser un acierto, sin embargo, en otras más se concentra en narrar las acciones por las que atraviesa el personaje principal, cayendo en una especia de pleonasmo, en donde lo mismo que se dice es lo que estamos viendo a cuadro, lo cual dependiendo del humor del espectador, puede llegar a ser cansado.

Aquí cabría realizar un apunte, pues una de las principales características del personaje principal es su afición por el Cruz Azul, equipo que ha ganado fama a nivel mundial por sus continuas pifias en los últimos minutos que le han hecho perder partidos y campeonatos de manera inverosímil, este elemento se torna de vital importancia porque permite que se realicen diferentes bromas o chistes (bullying incluso) y que tengan una mayor efectividad a que si hubiera sido cualquier otro equipo.

Las actuaciones cumplen, Mauricio Isaac entrega una interpretación en donde carga con el peso de la historia y logra crear a un personaje que transmite la pasión que siente por el futbol y los problemas en los que se mete. Por su parte, Mariana Treviño hace un trabajo bastante mediano, es inevitable compararla con lo que ha realizado en Club de Cuervos (Gaz Alazraki) que tiene una temática similar y que en algunos momentos termina por ser parecida. Quien merece una mención especial es Silverio Palacios, quien con un papel secundario termina por reforzar en buena medida al guión al darle vida a un personaje que si bien no es indispensable o fundamental su presencia le da ciertos respiros a la historia, pues introduce algunas temáticas que no siempre derivan en el futbol, y si lo hacen, es desde otro enfoque.

En las cuestiones técnicas también se vuelve contrastante pues la cinta cuenta con una buena dirección de la cámara, a través de diferentes movimientos se va inmiscuyendo en la vida de los personajes; por su parte la edición le proporciona un buen ritmo, si bien la película se alarga en cuanto a su duración (por el tema del guión que ya analizamos) la edición ayuda a mantener la atención del espectador, además en ella se combinan encuadres de la cámara con elementos de nuevas tecnologías como mensajes de celular y las pantallas de computadores y celulares. La música, por momentos se emplea en gran medida y muchas veces cae en el lugar común de ilustrar lo que vemos a cuadro.

Con todo y sus contrastes, Eres mi pasión es una cinta que logra crear empatía con el espectador, si se es fanático o aficionado al futbol seguro encontrará diferentes elementos que lo enganchen, ya sea a través de su equipo favorito, a través de la participación del narrador de moda o por los chistes que se han popularizado en el medio deportivo (y algunos más de la cosecha de los guionistas). Como extra encontrarán las participaciones especiales de algunas leyendas del Cruz Azul. Una comedia que entretiene, divierte y alcanza a llegar a buen puerto, además el final abierto termina por ajustarse a la realidad del equipo principal.

Eres mi pasión, Anwar Safa, México, 2018, 100 mins. Con: Mariana Treviño, Mauricio Isaac, Enrique Arreola, Silverio Palacios, et. al.

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