viernes, 20 de abril de 2018

Tramposos con suerte. Cuando las cosas no son con debían.

Por: Manuel Hernández-Samperio.

La idea tantas veces retomada de siempre luchar y hacer lo que te hace feliz es una premisa y hasta una forma de vida que en nuestros tiempos se antoja hasta utópica, pues estamos parados en un mundo agobiado por constantes crisis, en donde el dinero (y la falta de él) obliga a la gente a buscar un trabajo para sobrevivir, aunque éste no sea lo que le gustaría hacer el resto de su vida y, sin embargo, siempre es importante buscar lo que a uno le hace feliz, Tramposos con suerte es una cinta que adapta esta situación para contar su historia.

Paco (Guillermo Iván) y Pepe (Osvaldo de León) son un par de amigos actores que se enfrentan al constante rechazo de los diferentes productores y directores de teatro. Cansados de su constante fracaso y aferrados a vivir de la actuación, porque no saben hacer otra cosa, un día se les ocurre iniciar una compañía en donde le darán un giro al oficio de actor, armando simulaciones para gente  que necesita zafarse de algún problema o conseguir algún favor o ventaja sobre alguien.

Tras un inicio promisorio, Pepe se enamora de una de las víctimas, lo cual lo llevará a una serie de malas decisiones que terminará por meter a todo el grupo de actores en problemas de los que al parecer sólo hay una forma de salir bien librados.     CHECA LA ENTREVISTA CON EL DIRECTOR

Tramposos con suerte retoma, una vez más, la idea del artista que tiene problemas para sobresalir a pesar de su talento y al presentársele una oportunidad de explotarlo y encontrar la manera de sobrevivir, algo sale mal. Si bien la idea ha sido repetida en diversas ocasiones, en a película se asoma cierto aire que podría desembocar en una cinta entretenida, sin embargo, la manera en que se ejecuta le quita esa posibilidad.

El guión nos pone ante una historia que se cuenta de manera muy acelerada, sin darle tiempo a ninguno de los personajes ni de las situaciones de desarrollarse debidamente, entendemos algunos motivos y los problemas económicos en los que se encuentran, sin embargo, nunca se escarba más allá para conocer a fondo sus maneras de pensar, lo mismo pasa con las acciones, de un momento a otro ya se encuentran realizando las estafas, pero nunca se nos explica una planeación o estrategia a seguir, se nos hace ver que han tenido mucho éxito pero poco se nos muestra la manera en que lo consiguieron. Con la misma velocidad se desarrolla la historia del desenlace.

Ese mismo guión nos plantea diferentes lugares comunes, situaciones que por lo mismo que hemos visto ya sabemos hacia dónde se dirigen, además de que en los diálogos se cae constantemente en diferentes muletillas que se repiten a diestra y siniestra, por ejemplo la palabra "brother".

A pesar de lo anterior, la actuaciones de los personajes principales son buenas, cada uno se arriesga a utilizar los disfraces y hacer cambios en su aspecto. En ocasiones se cae en el absurdo tanto en los chistes como en lo visual, pero saben enfrentarlo de buena forma, logrando verosimilitud en sus interpretaciones y manteniendo un buen nivel de las mismas. Sin embargo, la participación de Manunna por momentos se ve un poco acartonada, además de aporta poco a la historia, salvo por un pequeño monólogo (stand up) en donde cuenta algunos chistes.

En cuanto al maquillaje tiene sus bemoles, mientras hay momentos en que se logra un trabajo muy efectivo que deriva en la transformación de los personajes, hay momentos en que se ven muy falsos, especialmente cuando se necesita para la escena de mayor peso dramático, pues la caracterización de los ancianos se ve demasiado falsa.

En cuanto a la dirección de la cámara, debe señalarse que a lo largo de la cinta hay un uso indiscriminado de los movimientos de la misma, en especial los paneos, lo cual puede provocar en el espectador la sensación de mareo.

Sobre Tramposos con suerte podríamos decir que Joel Núñez nos presenta una historia con una temática que ya hemos visto en diferentes ocasiones, que a pesar de eso tiene buenas intenciones al intentar adaptarla en un ambiente mexicano en donde hay diferentes motivaciones para estafar, pero a tiene diferentes fallas en la ejecución, si bien se atreve a buscar ser una comedia que rompe con las "comedias románticas" que imperan en las propuestas mexicanas, se queda en esa misma intención, pues también propone poco. 

Tramposos con suerte, Joel Núñez, México, 2017, 90 mins. Con Guillermo Iván, Osvaldo de León, Anna Layevska.




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