sábado, 31 de marzo de 2018

Joaquín. Las raíces de nuestras sociedades y sus problemas.

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Por: Manuel Hernández-Samperio.

Latinoamérica pasó por un proceso de colonización en donde se fundamentaron algunas relaciones de poder, en donde una clase dominante o élite siempre encontró la manera de sacar provecho y explotar a los colonizados a través de la explotación constante de los recursos naturales y de metales preciosos con los que podían hacer gala del poder que tenían. Gracias a este ambiente de desigualdad en el que cimentaron a las sociedades del Nuevo Mundo fue que se dio el ambiente propicio para la aparición de figuras que se rebelaran y alzaran en armas para lograr la independencia de la región, en Brasil, se dio la figura de Joaquim José da Silva Xavier, quien fue el iniciador del movimiento independentista y que al mismo tiempo es de quien se habla en Joaquín de Marcelo Gomes.

Joaquín es un alférez (soldado) que, gracias a su ascendencia portuguesa a logrado entrar a la milicia, aunque su condición de haber nacido en Brasil le hace más difícil el poder ascender. En la provincia donde habita se dedica a resguardar las minas de oro, a capturar a los contrabandistas que intentar robarlas y a mantener el orden entre los ciudadanos y los esclavos. Otra de las actividades que realiza es la de dentista, atendiendo problemas de los ciudadanos.

La situación que lo rodea cada vez es más lejana a la que él desearía para poder vivir como ha soñado: un posible ascenso se aleja de sus manos debido a que no tiene familia en los altos mandos, además de que la esclava de la que está enamorado ha huído. Entre la búsqueda de la esclava y la asignación de una nueva tarea, se darán diversas condiciones que calarán en su forma de ver la vida.

La cinta de Gomes es una propuesta interesante, porque no sólo refleja la visión y revisión del director hacia su propia historia y a los personajes que forman parte de ella, dicho sea de paso, en la cinta no se presenta al personaje durante la guerra independentista, sino los momentos previos que lo llevaron a determinarse por convertirse en revolucionario. Gracias a esta decisión, se nos presenta una radiografía social en donde se van dando las circunstancias propicias que suelen desembocar en revueltas: una serie de desigualdades económicas como de oportunidades, abusos autoritarios, corrupción, nepotismo, esclavitud, racismo, por mencionar algunos.

Pero no queda ahí, a través de una breve escena y un final (en apariencia abierto) se pone en tela de juicio el sistema social y político que se alzó tras la consecusión de la independencia, el cual también comenzó a erigirse sobre una sociedad partida y con pocas oportunidades en educación, por ejemplo. Y yendo más allá, al mismo tiempo se cuestiona esa capacidad (o habilidad) de envolver a posibles héroes, utilizarlos para lograr sus fines y después dejarlos de lado.

La historia se narra a través de una cámara en constante movimiento, es evidente que en la mayor parte del tiempo se emplea el recurso de llevarla en mano, incluso en encuadres que en apariencia son fijos. Este estilo tiene ambivalencias en la manera en que se puede percibir el filme, pues en ocasiones el exceso del movimiento puede resultar cansado para el espectador, mientras que en otras ocasiones introduce al espectador en las acciones, en específico en las escenas en donde hay un movimiento importante a cuadro.

La cinta cuenta con buenas interpretaciones, el trabajo realizado por Julio Machado, quien le da vida a Joaquín, es de destacarse llevando al personaje de la sobriedad y disciplina que le da ser un soldado hasta algunos momentos cercanos a la locura, cuando es sacado de su zona de confort o cuando se enfrenta de lleno con la realidad que lo rodea. El resto del reparto hace papeles que cumplen con lo requerido para darle verosimilitud. A esto se le suma la correcta ambientación que traslada la historia a la época en que está planteada, a través de vestuarios, peinados y la misma escenografía.

Por su parte, al fotografía responde en la misma manera a lo requerido por la cinta, en donde el principal impedimento es la luz eléctrica, esto se resuelve en buena medida a través de acciones que se desarrollan al aire libre y durante el día, lo cual al mismo tiempo sabe explotar los paisajes en donde se desarrolla la trama.

Joaquín de Marcelo Gomes retrata una situación que el país brasileño (y muy probablemente toda Latinoamérica) tuvo que atravesar para poder liberarse del yugo español y que al mismo tiempo heredó algunas malas costumbres lo que propició nacieran más problemas. La crítica a estas sociedades en muchas ocasiones se realiza de manera sutil, en donde son más las situaciones que los diálogos los que transmiten el mensaje, en otras ocasiones hay diálogos que emplean la ironía también para hablar en sentido crítico. Sin duda una cinta que refleja el origen de muchos de los problemas que aquejan a las sociedades latinoamericanas actuales.

Joaquín, Marcelo Gomez, Brasil-Portugal, 2017, 101 min. Con: Julio machado, Isabél Zuaa, Rômulo Braga, et. al.

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