Por: Manuel Hernández-Samperio
No pases por San Bernardino
Ligia es una mujer campesina, madre de Juan, un niño que ha ido a apoyar a los maestros en una manifestación en contra de la Reforma Educativa, en un enfrentamiento con la policía, Juan es alcanzado por una bala, esta situación provocará que Ligia deambule por diferentes instancias gubernamentales en busca de alguna respuesta a su petición de justicia.
Este trabajo, dirigido por Hugo Magaña, tiene la capacidad de iniciar de manera documental, para después presentarnos, a través de una ficción, una historia nada alejada de la realidad, que precisamente en todo momento da la impresión de ser real y que plantea una situación en donde vemos ambas caras de los movimientos sociales, en donde nadie se quiere hacer cargo de las responsabilidades por las decisiones y consecuencias tomadas.
La actuación de Ángeles Cruz es fundamental en este trabajo, pues podemos ver a una mujer que por dentro se está resquebrajando pero por fuera debe mantener la dignidad, acompañado de un buen ritmo derivado del buen manejo de planos y de una edición que apoya los objetivos.
No pases por San Bernardino, nombre que recuerda a la canción de José Alfredo Jiménez, en donde lo hiere el recuerdo, presenta una historia desoladora que vale la pena revisar, pues refleja lo que muy pocas veces alcanzamos a ver: la historia de quienes ponen los muertos en diferentes movimientos sociales, víctimas de autoridades que no pueden dar respuestas y de líderes que, ajenos al dolor, intentar alzar mártires, una mujer que demuestra que por sobre todo está la dignidad y el ser fiel a los principios que uno tiene.
No pases por San Bernardino, Hugo Magaña, México, 2017, Con: Ángeles Cruz.
Adiós abuelo
Algunos años después de haberse peleado con su hija, un hombre tiene la posibilidad de reconciliare con ella, pero bajo la condición de que tendrá que conocer a su nieto. El día de la cita llega y fiel a su costumbre de llegar a los lugares antes de lo acordado, el hombre espera en la banca del parque donde pasara muchos momentos con su hija. Cuando un niño aparece hará que el abuelo piense dos veces si quiere conocer realmente al nieto.
La cinta dirigida por Emiliano Casanova nos presenta una historia con tintes de comedia a partir de un personaje que tiene una manera de ser bastante definida: el abuelo estricto y gruñón. Sin embargo, conforme avanza, la trama se vuelve predecible debido a las pistas que le va dando al espectador tanto en la forma de interactuar entre los personajes como en los mismos diálogos.
Además presenta algunos errores de continuidad y se topa con un abuelo que tiene una mayor movilidad de la que podría esperarse, de acuerdo a la edad que en un principio aparenta y a pesar de
su necesidad de un bastón para poder moverse.
Adiós abuelo echa mano de un guión que se vuelve predecible debido a la infinidad de veces que hemos visto este tipo de comedia o escuchado en chistes. No obstante, maneja en ella un mensaje en donde el perdón y las segundas oportunidades se hacen presentes y están en todas las personas, incluso en aquellas que pareciera estar enojadas todo el tiempo.
Adiós abuelo, Emiliano Casanova, México, 2017, 11 min. Con: Roberto Ríos, Hanzel Casillas, Dayana Velver, et. al.
La vida de Fernando ha cambiado muy poco desde que Sofía, su exnovia se fue a la ciudad. Enfrascado en una obsesión, cada detalle de la vida le recuerda momentos que vivió con ella. Un día, en la cocina de su tía, conoce a Liz, una mujer con la que intentará superar a su expareja intentando crear una relación, aunque no todo en él esté de acuerdo con esta decisión.
La película de Arturo Eduardo Hernández es una exploración en las relaciones juveniles y en la imposibilidad de superar al primer amor, lo cual queda de manifiesto gracias a un montaje y una edición que permiten proponer una mezcla de tiempos de manera efectiva, así la historia deambula entre el pasado y el presente de manera sutil y convirtiendo al espectador en un testigo de ambas historias de amor.
Las actuaciones son un elemento que le aporta a la cinta, pues hay una buena interacción entre los dos
personajes protagonistas. El juego entre la mente, el pasado y el presente que propone el guión es la otra apuesta interesante de la cinta.
Cosas con las manos es un trabajo que tiene como su mayor fortaleza el lograr representar tanto diferentes tiempos como lo que sucede en la cabeza del personaje principal en buena manera, invitando al espectador a enterarse de cómo es el reto de olvidar al primer amor.
Cosas con las manos, Arturo Eduardo Hernández, México, 2017, 14 min. Con: Juan Pablo de Santiago, Lucía Uribe Bracho, Jimena Mancilla, et. al.
Dejar la piel
Escuchar el nombre de Wanda Séux dice muy poco para las nuevas generaciones, sin embargo, esta mujer argentina fue todo un suceso en las décadas de los 70 y los 80. Alejada de la agitada vida que implica la televisión o estar en la mira de la prensa y en un claustro voluntario posterior a la muerte de su madre, Séux busca encontrar motivos para sobrevivir.
El filme de Israel Ahumada nos pone de frente con la soledad y los restos que quedan en la vida de una mujer que en su momento gozara de bastante fama. Nos plantea así, a un personaje que no se decide a dejar ir el pasado que vive de recuerdos tanto de su madre como de lo que fue su paso por la fama.
En el aspecto visual se nos presenta al personaje a través de un juego que mezcla imagen de archivo (que refleja la investigación) con la vida diaria de la vedette, de quien además se incluyen los testimonios en donde todo se revelan ciertos detalles que probablemente nadie sabe, pero que a la vez
demuestra que son personas con una vida nada alejada de las personas comunes.
En Dejar la piel Israel Ahumada nos presenta parte de la vida de Wanda Séux, pero al mismo tiempo invita al espectador a realizar una reflexión sobre la soledad, la muerte, el deseo por ser reconocido o el paso inclemente del tiempo. Un documental que dice más cuando invita a la reflexión que con la vida que nos presenta.
Dejar la piel, Israel Ahumada, México, 2017 32 min. Con: Amanda Seux Ramírez (Wanda Séux).
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