viernes, 23 de febrero de 2018

Hostiles: Violencia americana. Buscando reivindicar a los indios.

Por: Manuel Hernández-Samperio.

Tras la independencia de las 13 colonias del Reino Unido en Estados unidos se gestó un sentimiento de expansionismo, por esta razón consiguieron, por diferentes medios, el territorio que lo conforma hoy en día. De esta etapa se gestaron momentos en su historia como la "Conquista del Salvaje Oeste", en donde no había ley. Desde esta época apareció también una constante: el exterminio de los pueblos originarios y su posterior marginación en reservas especiales, dando como resultado la casi extinción de los diferentes pueblos que vivían en las tierras. Hostiles: violencia americana, retoma esta época y sitúa en ella la historia que nos contará.

En 1892 el capitán del ejército Joseph J. Blocker (Christian Bale) recibe la orden de llevar hasta el estado de Montana a un jefe Cheyenne que se encuentra en mal estado de salud y busca morir en el lugar que lo vio nacer. Acompañado de un grupo de soldados y de la familia del jefe indio, buscarán atravesar una buena parte del país en donde las leyes parecen ser manejadas por quien tiene las armas y el valor para imponer su voluntad. 

Durante el camino encontrarán diferentes dificultades, desde la amenaza de diferentes grupos de indios hasta la de gente blanca que decide no acatar las reglas que deberían de regir al país, provocando con la convivencia que el grupo de soldados tenga un acercamiento a la cosmovisión indígena que difería en buena medida al expansionismo estadounidense. 
La cinta, dirigida por Scott Cooper, señala una parte de la historia que los mismos estadounidenses han querido ocultar: el exterminio indígena en aras de la obtención de la tierra. A partir de ese precepto la trama se convierte en una western-road movie que se mueve a caballo por un sinfín de lugares poco explorados y en donde prevalece la naturaleza. 

Partiendo de una buena explotación de los lugares en donde se rodó el filme, el director nos presenta una historia que avanza de manera muy lenta, en donde las tomas resultan demasiado largas y en donde se busca darle un mayor peso a las reacciones de cada personaje, poniéndolos en primer plano y dejándonos frente a ellos por varios segundos, buscando transmitir, a partir de ello, cierta introspección por parte de los mismos, objetivo que se logra a medias, pues se cae en un abuso de este recurso, llegando a cansar al espectador debido a lo repetitivo que puede resultar ver en más de una ocasión a los personajes principales sólo mirando al horizonte o a otro personaje.  

Este mismo detalle entorpece también el ritmo con el que avanza la cinta, pues bien se pudieron haber evitado tantas escenas así y hacer que la historia se contara más rápido. La cámara, sin embargo, es muestra del oficio que tiene el director, pues sabe cuándo realizar algunos movimientos muy sutiles que ahonden en los close ups a los personajes o, en contraste, cuando hay cierta acción también sabe moverse a través de las locaciones y entre los personajes, introduciendo al espectador en ellas. 

En el caso de los personajes debemos apuntar que en buena medida se basa en los clichés que se han desarrollado en este tipo de historias: el capitán valiente y bondadoso, el soldado que ha matado tanto que ya no tiene sentimientos, el soldado que tiene miedo, la mujer que ante las circunstancias sale a flote su carácter o los indios que intentan compartir su cosmovisión antes que pelear con el enemigo.  

Sin embargo, las actuaciones reaccionan y responden de acuerdo a lo requerido tanto por las situaciones como por la construcción de los personajes. Se puede señalar la que realizó Rosamund Pike, quien representa a una mujer que ha perdido a su familia y cuyo personaje es el que más evoluciona en la trama. Por su parte Christian Bale, el otro protagonista, interpreta a un ser que tiende a la soledad y a hablar poco, en este sentido, su personaje no le implicó grandes exigencias.  

En cuanto a los detalles técnicos, nos encontramos con una fotografía que sabe cumplir a los objetivos de la trama, en más de una ocasión hace lucir los paisajes por donde ser transita, aprovechando en buena medida la luz natural, sin embargo, difiere de la intención del director de una historia intimista, pues no se centra en crear atmósferas sobre los personajes o representar algún significado, sino simplemente logra que los encuadres tengan una buena iluminación. 
También es de destacarse el arte de la cinta, a través de vestuarios y la ambientación de las diferentes locaciones se logra transportar al espectador a la época en donde se ha planteado la historia. 

Hostiles: violencia americana, es una cinta que, en su planteamiento busca visibilizar a un grupo que ha sido reducido al antagonismo: los indios y la desaparición a la que han sido forzados, intentando reivindicarlos como los primeros pobladores de las tierras. Sin embargo, los buenos paisajes y la buena ambientación se topan con el problema de que al intentar invitar a la reflexión al espectador peca de introspectiva, cortándole el ritmo y volviéndose lenta, provocando que esa reflexión se acerque más al aburrimiento.

Hostiles: violencia americana, Scott Cooper, Estados Unidos, 2017, 133 min. Con: Christian Bale, Rosamund Pike, Wes Studi, et. al.


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