Por: Manuel Hernández-Samperio
Los movimientos sociales, las guerras, los problemas económicos, la desigualdad social y la excesiva explosión demográfica son una constante en los países que pertenecen al tercer mundo. Las consecuencias se pueden observar en migraciones masivas, incremento en el número de la pobreza y la carencia o insuficiencia en los servicios para la población. David. El regreso a la tierra es una cinta que nos presenta una historia en particular de un hombre que en su momento fue víctima de estos problemas que hemos señalado.
David es un hombre que vive en Francia, creció en una familia junto a cuatro hermanos, pero siempre se ha visto marcado por la diferencia del color de su piel, que es negra. Su historia se remonta a Haití de donde fue llevado al país europeo cuando tenía un año. Su familia adoptiva lo ha apoyado ayudándolo a crecer en diferentes aspectos, el más importante quizá sea el escolar, en donde ha logrado titularse como doctor en derecho.

La cinta dirigida por Anaïs Huerta nos plantea una de tantas historias que se han dado debido a diferentes fenómenos sociales, en el caso haitiano, en 1970 cuando nació David, por estar bajo el yugo de la dictadura impuesta por François Duvalier. Partiendo de ello nos encontramos a un hombre ya maduro que enfrenta ciertos problemas tanto de identidad como de pertenencia, pues a pesar de haber crecido y sido educado como francés, siempre pesó en él estigma de que no era como todos los demás.

La trama, sin embargo, poco a poco comienza a caer en algunos problemas en cuestiones de lo que busca presentar, pues la historia se alarga repitiendo situaciones o testimonios, o incluyendo tomas que no aportan ni en lo visual ni en la información para que la cinta pueda avanzar, haciendo más largo el final y provocando cierta desesperación pues se busca indagar más en la vida del personaje sin tener ya nada qué contar.

Otra situación a apuntar es el uso de la música, la cual aparece sólo en algunas situaciones, volviéndola completamente diegética y en donde no se emplea para provocar emotividad en el espectador, sino como parte de la misma vida del protagonista, dicho sea de paso, él mismo fue quien la realizó.
David. El regreso a la tierra es una cinta que hace bien al rescatar una historia de migración desde una perspectiva un tanto diferente, pues nos presenta a un hombre que batalla por no sentirse identificado del todo con el lugar en que vive, pero tampoco con el lugar en donde nació. A pesar del pequeño detalle de alargar de más la trama hacia el final, es una cinta que se deja ver con facilidad, y que nos acerca a un contexto que no resulta extraño cuando entendemos que este mundo está en constante movimiento.
David. El regreso a la tierra, Anaïs Huerta, México, 2017, 95 min. Con: David Larbre, et. al.
No hay comentarios:
Publicar un comentario