viernes, 19 de enero de 2018

Amazona. La maternidad y las convenciones sociales.

Por: Manuel Hernández-Samperio.

Hablar sobre maternidad es, en la mayoría de los casos, referirnos a un "instinto" que las mujeres desarrollan la mayoría de las veces y en donde lo único que importa en sus vidas es el cuidar de sus hijos y centrar su vida a verlos crecer. Sin embargo, en nuestra época se ha hecho evidente y cada vez con mayor peso, que esa condición podría simplemente ser una convención social y que en realidad no todas las mujeres están predispuestas a volverse madres o en todo caso, a cumplir con lo que se podría exigir de ellas en caso de tener algún hijo. Sin duda el debate podría llevarnos a una discusión que se alargue y en donde indudablemente saldrían a flote diferentes puntos de vista. Uno de ellos es Amazona, cinta dirigida por Clare Weiskopf.

Reflexionando desde su punto de vista, la directora nos presenta a su propia madre en un viaje que realizó de su natal Irlanda a Colombia, en donde casada con un hombre conservador y viviendo en un pueblo de la misma característica, se vio en la decisión de abandonar el hogar y volver a Inglaterra, en donde finalmente encontraría a la pareja que se convertiría en el padre de la directora. 

Así, nos van presentando la vida que tuvieron en donde la única constante y certidumbre que tenían en su vida era el cambio tanto de casa como del entorno que los rodeaba, hasta llegar a las orillas del Amazonas colombiano. 

La cinta de Calre Weskopf se remite a su propia vida para desde ahí comenzar a reflexionar sobre la manera en que es concebida y entendida la feminidad y posteriormente la maternidad en diferentes partes del mundo. En como estas concepciones diferentes chocan con los entornos nuevos en donde el ser humano tiene que adaptarse si quiere ser aceptado o negarse a ello y ser exiliado (o autoexiliarse) para vivir de acuerdo a una cosmovisión propia. 

Por esta razón, su madre se convierte en el hilo conductor de la cinta, mientras la propia Weskopf se cuestiona y le cuestiona la manera en que ella y sus hermanos fueron educados, encontramos entonces una forma de ver el mundo en donde la libertad es una parte importante y el encontrarse a sí mismo (y sentirse a gusto) es lo que rige ese estilo de vida, que bien podría chocar con la manera en que estamos educados en países donde la figura materna es prácticamente intocable y símbolo de mucho respeto (en México, por ejemplo, la jefa es la jefa).

En cuanto al ritmo que tiene la cinta, encontramos que los planos son lentos y largos, donde apreciamos lo ya mencionado sobre el lugar, pero también con el objetivo de darle prioridad a las voces que van narrando la historia familiar, las cuales a veces se presentan en off y en otras más como entrevistas o momentos cotidianos de la convivencia familiar, donde vuelven a aparecer los temas que buscan transmitir. 

La cinta, por otra parte retrata en buena medida y sabe explotar los paisajes en donde se desarrolla la historia, dando como resultado el disfrute de la belleza natural de la Amazona colombiana.

Amazona es un filme que sigue con esa tendencia que ha proliferado en los directores de buscar en sus raíces para presentar historias que agraden o impacten en el espectador. En este caso podríamos apuntar que la primera parte, en donde se presenta la serie de migraciones de la madre no termina por ser atractiva, mientras que cuando el documental torna en la reflexión sobre la maternidad y confronta diferentes posturas es cuando el espectador invariablemente tomará alguna postura respecto a lo que se dice en pantalla. Sin duda uno de esos trabajos que invitan a la discusión y que busca ir más allá del estar bien o estar mal, sino al tratar de entender la forma de vida y de ver el mundo del otro. 

Amazona, Clare Weskopf, Colombia, 2017, 80 min. Con: Valerie Meikle, Clare Weskopf, Diego Weiskopf, et. al.


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