jueves, 21 de diciembre de 2017

Cuando los hijos regresan. Problemas sociales y poca comedia.

Por: Manuel Hernández-Samperio.

Durante la historia del cine mexicano uno de los géneros más recurrentes ha sido el melodrama, en 1969 apareció una cinta que reflejaba los problemas y tragedias que sufría una familia cuando los hijos decidían emigrar de su casa para buscar oportunidades en la capital del país, era Cuando los hijos se van de Julián Soler. Las cosas han cambiado con el tiempo, ahora la comedia es uno de los géneros más empleados del cine mexicano y en la sociedad es más común que los hijos decidan quedarse a vivir con los padres durante más tiempo, en este contexto aparece Cuando los hijos regresan de Hugo Lara.

En la Ciudad de México vive Manuel (Fernando Luján) y Adelina (Carmen Maura), una pareja de padres que están celebrando su jubilación y que de un momento a otro se han quedado solos en casa para disfrutar de su vejez. Sin embargo, y contrastando la frase tan conocida, después de la calma viene la tormenta y de un momento a otro y debido a diferentes circunstancias sus tres hijos buscan regresar al hogar. 

Lo que parece ser una situación de unos días, termina por convertirse en una invasión de toda la familia, las cosas se complican cuando el dinero comienza a escasear, llegan nuevos integrantes al hogar y la familia está amenazada con perder la casa por una serie de decisiones que unio de ellos tomó sin avisar a nadie. 

La cinta de Hugo Lara, nos plantea y refleja algunas de las problemáticas de la sociedad mexicana actual a través de los hijos de la familia, una de ellos con problemas en la pareja, a otro lo comen las deudas en su pequeña empresa con una esposa víctima de la sociedad del consumo y el deseo y el tercero que puede pasarse la vida como estudiante debido a la falta de oportunidades (sin contar las que echa a perder por su forma de ser) y a la comodidad que implica el ser hijo de familia, esta sensibilidad para reflejar problemas actuales es probablemente el elemento que le da mayor valor a la cinta.  

El filme, sin embargo, se enfrenta con diversos problemas que le van restando al trabajo final, el primero de ellos es el de presentar un guión que dice pocas cosas nuevas, que conforme va avanzando vuelve predecible a la trama y que va incluyendo elementos a destajo que provocan un collage de situaciones y personajes que poco le aportan a la historia pero que al mismo tiempo le van quitando punch al argumento principal (un personaje japonés, un concurso de baile y unas botargas infantiles son algunos ejemplos de ello). 

Aunado a lo anterior el guión que busca inclinarse hacia la comedia naufraga en esa búsqueda, quedando relegado a unas cuantas situaciones chistosas pero en la mayoría de las veces el humor se siente forzado o simplemente es nulo.  

En el mismo tenor se encuentran las actuaciones, de entre las cuales poco logra destacar
Fernando Luján y Carmen Maura, quienes a pesar del esfuerzo no alcanzan a reflejar la calidad que a lo largo de sus carreras han demostrado, el resto del reparto cumple con su trabajo sin llegar a ser destacable. 

En el aspecto técnico la cinta cumple, se presenta con una fotografía que ocupa bien los espacios y los elementos con los que cuenta; por su parte el sonido está bien diseñado, sin embargo, en la cuestión de la música que acompaña a la historia vuelven a enfrentar otro problema, pues se abusa de ella, cayendo por momentos en un exceso. 

La cámara se presenta con lo necesario, poco se experimenta en los encuadres, acaso algunos movimientos con planos largos en donde se atreve a caminar entre las locaciones y los
personajes. La edición también presenta algunos detalles en donde se corta ligeramente el ritmo que lleva la historia. 

En conclusión, Cuando los hijos regresan es una cinta que propone poco, cuyo valor reside en el retomar algunos de los problemas que aquejan a más de una persona en la actualidad, razón por la cual bien podría sentirse identificado más de uno. La comedia se queda en un intento de serlo, volviéndose predecible y las actuaciones mantienen un nivel regular destacando poco y desperdiciando a los actores en la mayor parte del tiempo. 

Cuando los hijos regresan, Hugo Lara, México, 2017, 100 min. Con: Carmen Maura, Fernando Luján, Irene Azuela, Erick Elías, et. al.

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