domingo, 10 de septiembre de 2017

Una familia peculiar. De las formas modernas de la familia.


Por: Manuel Hernández-Samperio.
En la actualidad, derivado de los cambios en la sociedad, la concepción de familia también se ha modificado. Las diferentes circunstancias han propiciado familias de un solo padre, con abuelos, etcétera. Una familia peculiar de Sophie Reine nos presenta una historia de entre toda la gama de problemas que pueden atravesar las familias al adaptarse a las situaciones de la modernidad.

Tras la muerte de su esposa, Denis Patar, tiene que hacerse cargo de sus hijas, Janis y Mercredi, de 13 y 9 años. Sin embargo, sacar adelante a una familia solo no es tan sencillo como podría esperarse. Los dos trabajos que tiene son absorbentes y al no poder recoger de la escuela a una de sus hijas su caso es remitido a una trabajadora social.

Tras una inspección a su hogar y notar la forma en que vive la familia, Denis será obligado a tomar un curso sobre paternidad para evitar perder la custodia de las niñas. Sin embargo, los cambios en la rutina les costarán más trabajo del planeado no sólo por las actitudes sino también por el diagnóstico de Tourette a una de ellas. 

La problemática que retoma Reine en su filme no resulta tan lejana a tantas familias en la época actual, en donde las condiciones económicas propician que los padres salgan a trabajar, desatendiendo a los hijos o relegándolos al cuidado de otras personas. 

El inicio de la cinta se da a través de una elipsis espacio-tiempo, presentándonos al personaje principal y a su esposa durante su juventud, en donde los ideales eran expresados en protestas y marchas y en donde se criticaba a un sistema en el cual el personaje se verá obligado a jugar en él para evitar perder a sus hijas. En esta parte se emplea una pantalla en cuadro, que remite a los formatos previos tanto del cine como de la televisión.

Las actuaciones son interesantes, la familia de tres logra acoplarse y sacar adelante la historia, destaca la de Janine  (Héloise Dugas) quien tiene que interpretar a una niña con Síndrome de Tourette, que consiste en movimientos involuntarios y quien tiene que hacer hasta lo imposible por controlarlos.

Sin embargo, la cinta va cayendo en diferentes clichés que la van volviendo predecible: la trabajadora social que se suaviza cuando conoce a las niñas, el padre que hace lo posible por cambiar pero se da cuenta de que su familia funciona mejor como está, el amigo incondicional de la niña que está enamorado de ella, entre otros, los cuáles van restándole gracia a algunas situaciones (que incluso en ocasiones parecen exageradas) y van llevando la trama a un final que el espectador puede imaginar fácilmente. 

Una familia particular hace un buen intento en retratar la forma en que las familias modernas tienen que adaptarse a las exigencias de vida, con un sistema económico que obliga a los padres a separarse de sus hijos y que además, busca imponer una "forma ideal" de educar a los niños, sin embargo, el uso de tantos clichés termina por llevarla a un camino predecible, más allá de la inclusión del síndrome de Tourette, aporta pocos elementos nuevos.

Una familia peculiar, Sophie Reine, Francia, 2016, 98 min. Con: Gustave Kervern, Camille Cottin, Héloïse Dugas  

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