jueves, 7 de septiembre de 2017

El viñedo que nos une. De la fraternidad y el vino.

Por: Masiel Rico Landa.

La familia es en muchos casos la base del desarrollo y la estabilidad emocional, sin embargo puede representar también conflictos internos o hasta una forma de presión social. En el contexto del 21º Tour de Cine Francés, llega El Viñedo Que Nos Une, filme dirigido por Cédric Klapisch que retoma la idea de la unión familiar y la fraternidad, al tiempo que nos guía por el interesante proceso de producción del vino.

El filme relata la historia de Jean, el mayor de tres hermanos que al sentirse muy presionado por las expectativas de su padre, decide abandonar su casa y recorrer el mundo. Tras diez años de ausencia, Jean vuelve a su pueblo natal para reencontrarse con sus raíces y reconstruir su relación fraternal con sus hermanos Juliette y Jéremie.

Uno de los elementos más valiosos de esta cinta, es sin duda la fotografía. Apoyándose en una excelente locación, Alexis Kavyrchine nos guía por la historia de una forma tan sutil y bien lograda que ofrece al tiempo la oportunidad de admirar bellos paisajes franceses, añadiendo un valor único a la película y haciendo que ésta se pueda disfrutar desde los créditos iniciales hasta su final.
El crecimiento de los tres hermanos va acompañado del proceso para fabricar una bebida tan singular como lo es el vino, cada etapa de ese proceso se convierte en una metáfora de la transformación de los personajes, consiguiendo así que la narrativa se construya de forma natural y llevándonos por un desarrollo fluido de la historia.


Acompañada​ de buenas actuaciones, la dirección se realiza de muy buena forma, tanto que el impacto de la película rebasa lo audiovisual y toca cada uno de los sentidos del espectador, ofreciendo la oportunidad de imaginar aromas, incluso sabores, mediante la descripción de algunos elementos pero sobretodo a través de la acción.

El empalmar algunos acontecimientos del presente con el pasado es otro aspecto peculiar de la cinta, que de forma efectiva muestra al público acontecimientos importantes de la vida de los personajes y al la vez logra que el transcurrir del tiempo, necesario para contar la historia, no se vuelva lento ni tedioso.

Pareciera que en el cierre de la película el dar tantos detalles del desenlace de cada uno de los hermanos es un poco extenso, sin embargo esto es comprensible al ser evidente que no hay intención de dejar ningún final a la imaginación del público.

Es así como este filme, apoyándose de un procedimiento tan artesanal, consigue generar emociones y sensaciones profundas en su audiencia, ofreciéndole una experiencia completa y única.

El viñedo que nos une, Cédric Klapisch, Francia, 2017, 113 min. Con: Pio Marmai, Ana Girardot, Francois Civil, et. al.

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