Por: Manuel Hernández-Samperio.
Gracias a los blockbusters que nos llegan cada año procedentes de Hollywood nos damos cuenta de que es, en buena medida, un cine que basa su éxito en la creación de héroes, o en su defecto, toma la historia de diferentes personas y se encarga de ensalzarlos para obtener nuevos héroes. El caso de Pelé y su historia una vez que debutó es bastante conocido, lo cual lo convirtió en uno de los mejores jugadores de la historia del futbol y sin embargo, poco conocemos de lo que hubo antes de dar el paso al profesionalismo, Pelé: el nacimiento de una leyenda (también llamada Pelé: La Película), nos lleva, al estilo de Hollywood a conocer esa historia.
Viviendo en uno de los tantos barrios pobres brasileños, se nos transporta a la infancia de este jugador, en donde conoceremos que desde entonces este deporte era su pasión y cómo, según los directores, se iba fraguando la estrella que llegaría a ser algunos años después.
Mientras Pelé, quien odiaba ser llamado así, ascendía en el mundo futbolístico, sus detractores por el estilo de juego trataban de hacerlo cambiar, sin embargo, y gracias a la ayuda de su padre, se convencerá que esa forma de jugar es lo único que podrá llevarlos a buscar algo importante en
las competiciones en donde nadie daba nada por ellos.
Debemos mencionar que la biopic, dirigida por Michael y Jeff Zimbalist, deja de lado o altera algunos elementos de la vida real con el afán de crear un historia y de poner en ella algunos puntos de tensión que permitan llevar a buen fin la curva dramática. Sin embargo, en su afán por volver un poco más interesante la historia, se cae en algunos lugares comunes del cine hollywoodense, volviendo un tanto predecible la historia.
El guión se centra en mostrarnos la dura infancia por la que tuvo que atravesar, con carencias económicas, la pérdida de algún amigo y los jóvenes que se burlaban de él por no usar zapatos para jugar, y al estilo de Hollywood se irán sorteando para forjar a la leyenda que conocería el mundo y es aquí donde probablemente se cae en el mayor problema que enfrenta la cinta, tratar
de hacer lucir la figura del protagonista, haciendo que todo gire a su alrededor y dándole más habilidades de las que probablemente tenía.
Las actuaciones están bien logradas aunque tampoco se puede destacar a nadie, a pesar del esfuerzo de los actores por sacar adelante sus papeles, la dirección de la cámara en algunas ocasiones las hace ver torpes, otro detalle es que en la continuidad hay algunas carencias, pues en ciertos movimientos las acciones no llevan la congruencia en los movimientos que los personajes van realizando en la toma anterior.
La cinta presenta, sin embargo, diferentes elementos que atraen, la caracterización tanto de escenarios como de vestuarios es una de ellas, dándole verosimilitud al lugar en donde se desarrolla la historia, otro de ellos es el retomar el mito del jinga y explicar la evolución
y adaptación que hicieron los brasileños en el futbol, que a la postre sería el sello de su juego (y que en la actualidad extrañan). Uno más es el cameo del mismísimo Pelé, en una de las escenas.
En conclusión, Pelé: el nacimiento de una leyenda, es una biopic que se le va de las manos a los directores buscando enaltecer a una figura que por sí misma ya es grande, entorpeciendo la narrativa y reduciendo a la vez, el contexto y los personajes que hay alrededor (a excepción del padre), convirtiendo la historia en una serie de anécdotas totalmente predecibles. Y sin embargo, con todo y sus problemas, la cinta se contagia de la mística de su personaje principal, logrando que el espectador salga con cierta emoción al ver cómo, según Hollywood, nació la leyenda del Rey.
Pelé: el nacimiento de una leyenda, Jeff y Michael Zimbalist, EUA, 2016, 107 min. Con: Kevin de Paula, Leonardo Lima Carvalho, Rodrigo Santoro, et. al.
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