Por: Manuel Hernández-Samperio.
México, tiene gran tradición en el periodismo de nota roja. Según la historia del periodismo, entre finales del siglo XIX y principios del XX los periódicos solventaban los problemas de analfabetismo de la gente a través de las ilustraciones, pues era la forma en que podían enterarse de lo que sucedía. En esa época grabadores como José Guadalupe Posada ganaron fama por el estilo y efectividad de su trabajo, iniciando así la tradición del elemento gráfico en la prensa y siendo más específicos en la nota roja.
La figura de Enrique Metinides es fundamental para explicar la historia reciente del fotoperiodismo mexicano, y en El hombre que vio demasiado dirigida por Trisha Ziff esta premisa queda corroborada.
Retomando la historia de este fotógrafo, el documental nos lleva desde los primeros momentos y acercamientos que tuvo con el mundo de las cámaras hasta el momento de su consagración dentro del oficio, en donde se ha convertido en uno de los referentes del trabajo periodístico con la infinidad de primeras planas que sus fotografías han protagonizado.
No es ninguna sorpresa que los periódicos de este tipo sean los que mayor circulación tienen en las calles del país, como tampoco es sorpresa encontrar tanta violencia reflejada en sus páginas. Por estas razones es que se vuelve importante retomar no sólo a la figura de Metinides, a quien se recurre como la principal fuente de información que alimenta este trabajo, sino también la misma violencia que azota al país y el papel que han tenido los medios de comunicación en la forma en que se maneja la información y cómo se ha insensibilizado a las audiencias al respecto.
Y precisamente es lo que plantea el guión de la cinta, que no se queda sólo con la actividad profesional del fotógrafo, sino que busca profundizar en su figura mostrándonos otras obsesiones y su forma de vida y como historia paralela la reflexión sobre el papel de los periodistas y medios sobre esta temática.
El montaje permite que en todo momento, se mantenga la atención del espectador, y los elementos visuales con los que se ilustra trabajan en favor de la misma trama, complementándose con la historia que rodea a las fotografías, lo cual le agrega valor a la cinta.
Otro de los elementos que aportan a la cinta es la música, galardonada con un Ariel, pues en su mezcla de géneros, ayuda en la creación de atmósferas en donde lo lúgubre y el suspenso acompañan las historias siniestras que envuelven a las fotografías y los testimonios de los diferentes personajes entrevistados.
El hombre que vio demasiado es un documental que, con intensidad en lo que narra, transporta al espectador al mundo y forma en que Enrique Metinides ve el mundo, a través de su cámara, pero al mismo tiempo sirve y motiva la reflexión sobre la insensibilidad que como mexicanos, hemos alcanzado ya, pues hemos aprendido a convivir con la muerte, dejando de verla como algo que impacta, sino como una compañera en el día a día. ¿Acaso será otra de las razones que fomentan la problemática que nos aqueja?
El hombre que vio demasiado, Trisha Ziff, México, 2015, 89 min. Con: Enrique Metinides.
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