martes, 21 de marzo de 2017

Máquinas. Los nuevos modelos de esclavitud.

Por: Manuel Hernández-Samperio.

Desde el fin de la Guerra Fría, en donde la URSS se disolvió en medio de una serie de crisis, el modelo económico del capitalismo se erigió como el único camino a seguir para los países. Esto dio lugar a la expansión de un corporativismo, en donde ya no se tiene como inversores de una empresa a la gente de un solo país, sino que las acciones y las bolsas se han vuelto “multinacionales” dando como resultado un sistema en donde se busca el mayor número de ganancias derivado de las menores inversiones. Este sistema ha dado como resultado que algunos países tengan un buen estilo de vida, sin embargo, en la gran mayoría, los que ponen la mano de obra, ha profundizado las desigualdades sociales y económicas. Testimonio de esta aseveración es Máquinas de Rahul Janin.

Situado en una fábrica textil de la India, en donde los trabajadores se ven obligados a laborar durante jornadas de 12 horas en el turno mínimo, conoceremos diferentes historias sobre la forma de vivir, de trabajar y de ver la vida misma que tienen los obreros de ese país y la forma en que la explotación y la necesidad de salir adelante son el pan de cada día.

Janin emplea el lenguaje cinematográfico para ponernos de lleno en la fábrica, lo hace desde los primeros encuadres, de hecho utiliza un plano secuencia para llevarnos a recorrer y conocer el lugar en donde todo tendrá acción. Se apoya en el empleo de la cámara en mano (muy usada en el género documental) para presentarnos a los personajes y a sus actividades, haciendo seguimientos.  

El estilo seguido por el director intenta ponernos de frente con la realidad, interviniendo lo menos posible, por esta razón los planos son largos en donde las entrevistas son muy aisladas, pero se nos deja ver cada una de las actividades que realizan los trabajadores. Esta forma de narrar puede convertirse en un arma de doble filo, pues en este caso los planos largos tienen muy poco de diálogo, la información que le es dada al espectador proviene de lo visual lo que puede volver un poco tedioso el filme; las cosas se agravan cuando el sonido de las máquinas predomina la mayor parte del tiempo, provocando que lo que se narra se vuelva monótono en donde esporádicamente las entrevistas o los testimonios recabados, le dan ligeras variaciones.  

Conforme se va desarrollando en documental comienzan a surgir ideas como el hecho de que el mismo hombre ha sido obligado a trabajar mecánicamente, en donde ya no se le exige pensar o analizar sino simplemente ejecutar, y en donde se le ha enseñado a pensar de un modo en el que se mantengan sumisos, acciones altamente convenientes para quienes manejan los medios de producción 

Otra de las ideas que salen a flote nos remite a los inicios de la primera Revolución Industrial, en donde las fábricas motivaban la construcción de ciudades a sus alrededores, esto con el fin de que los trabajadores no tardaran para poder llegar a sus lugares de trabajo; en el caso de la situación actual y gracias a lo que vemos a cuadro, podemos asegurar que la vida cerca de la fábrica se ha convertido en “la vida dentro de la fábrica” esto, derivado de las jornadas triples y hasta cuádruples a los que los trabajadores aseguran se ven obligados a someterse.  
Máquinas es un documental que requiere e incita a la reflexión pues es, sin duda, el reflejo de la forma en que en la actualidad se lleva a cabo la esclavitud (legal, dicho sea de paso) en donde los trabajadores y sus derechos se ven violentados en pos de la generación de ganancias para unos cuantos (los dueños de las fábricas), aunque el lugar retratado es la India, es fácil identificar que este tipo de situaciones se repiten, en mayor o menor medida, en diferentes países que se han visto obligados a llevar el papel de productores de mano de obra, ya sea por su poca capacidad para crear sus propios medios de producción o por otras problemáticas como el exceso de explosión demográfica y la falta de educación y empleos bien pagados. 

Máquinas, Rahul Jain, India-Alemania-Finlandia, 2016, 68 min.


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