lunes, 19 de diciembre de 2016

Plan Sexenal. Sorpresas de una noche de toque de queda.

Por: Manuel Hernández-Samperio

Ante un panorama plagado de violencia es normal que uno de los principales factores que aparezcan en la sociedad es el miedo. En el México de los últimos años, la presencia de grupos armados que buscan apropiarse de "las plazas" o en su defecto del ejército han provocado un panorama desolador en donde no sólo el miedo, sino también la desconfianza son dos factores del ser humano que bien pueden servir como instinto de supervivencia. Plan Sexenal, es el nombre de un hospital dentro de una historia que mezcla elementos de thriller con una época en donde la violencia parece haberse adueñado de la sociedad, la cinta es dirigida por Santiago Cendejas y lleva el mismo nombre.

Juan y Mercedes son una pareja que acaba de mudarse a una casa nueva, una noche deciden celebrar esta noticia con algunos de sus amigos, sin embargo, el toque de queda que se ha instaurado en la ciudad les obliga a terminar con la fiesta antes de lo planeado. Cuando salen a despedir a los invitados notan que fuera de la casa hay un vagabundo que merodea a la pareja. 

Tras diversos intentos por hacer que el extraño se marche, en donde incluye una llamada a la policía, el hacer contacto con él se vuelve inevitable, este acercamiento derivará en una situación que le dará la vuelta a la historia que tienen como pareja. 

Esta propuesta, completamente independiente, nos coloca en un contexto de guerra, en donde vagamente se sugiere es aquella contra el narcotráfico, que ha tenido a diez años de su inicio una buena cantidad de muertos y desaparecidos. Esta situación de guerra es la que justifica el toque de queda al que se tiene que someter la pareja protagonista. Es también, uno de los elementos que van aumentando la tensión que detonará el punto climático en la historia; además de ser, un punto de cuestionamiento a la sociedad. 

El guión propone una historia que se va contando sin problemas, en la que van surgiendo algunas situaciones que van complicando la dinámica de pareja de Juan y Mercedes, algunas se sienten verosímiles, otras tantas parecen un poco surreales, como lo hacen las apariciones de sus vecinos, pero a final de cuentas logran el cometido de complicar la relación, hasta llevarlos al punto donde el vagabundo terminará por desequilibrar. 

Se cuenta con actuaciones interesantes, Juan encarnado por Harold Torres, en todo momento se muestra introvertido y dominador, con algunas actitudes machistas que poco a poco se van cayendo cuando tenga que enfrentar las adversidades, por otro lado, Edwarda Gurrola que con su sonsonete refleja una clase media, también realiza un buen trabajo. 

Sin embargo, la cinta que se va encontrando con algunos pequeños obstáculos, el primero de ellos es la fotografía, pues justificado en que la casa en donde se desarrolla la mayor parte de la historia no cuenta con servicio eléctrico, el uso de la luz se vuelve mínimo, volviendo por algunos momentos difícil de ver las acciones y, como consecuencia, un poco difícil de ver, lo cual va volviendo cansada la trama yendo en contra de los puntos de tensión logrados con lo ya propuesto. 

Otra de las situaciones, es en el momento en que la presencia del vagabundo hace su aparición y termina con la tranquilidad de la pareja, pues después de tener cierta interacción con ellos, parece ser que ha tenido contacto durante mucho tiempo o más aún, que la situación provocada por su aparición e interacción con los personajes no ha provocado ningún shock, que la situación es aceptada sin ningún sobresalto y que era algo que debía suceder. Esta situación va a determinar que el final se precipite y aunque es un final poco ortodoxo, se siente como si hubiera perdido fuerza gracias a esa situación en donde avanzó demasiado pronto la historia. 

Plan Sexenal, como propuesta en donde se cuestiona la situación mexicana en los diversos sectores de la sociedad, es interesante, pues lo hace de manera sutil, con algunas referencias o reflejando ciertos momentos de la cotidianidad que le dan cercanía con la realidad que vivimos, sin embargo, hacia el final de la historia, todo se resuelve de forma tan rápida que no da tiempo al espectador de ir sujetando los cabos que se han ido dejando a lo largo de la cinta.

Plan Sexenal, Santiago Cendejas, México, 2014, 86 min. Con: Harold Torres, Edwarda Gurrola, Noé Hernández, et. al. 

 

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