Por: Manuel Hernández-Samperio.
Los apocalipsis que terminarán con la humanidad han repasado
diferentes vertientes pasando por zombies, desastres nucleares, ataques
extraterrestres, virus incurables, rebeliones a través a través de los
celulares y en esta ocasión a través de parásitos, así lo plantea Viral de
Ariel Schulman y Henry Joost.
A un pueblo de Estados Unidos ha llegado Emma y su familia,
quienes vienen exiliándose de un problema que ha puesto en peligro la estabilidad
de la relación entre los padres. A Emma le gusta su vecino Evan, sin embargo,
fiel a su forma de ser le cuesta trabajo relacionarse con él, aunque gracias a
la hermana de ella logrará tener un ligero acercamiento.
Los cosas cambiarán cuando una pandemia que ha empezado a
extenderse desde tierras orientales llegue al país y más precisamente a algunas
personas dentro del pueblo, lo cual provoca que se tome la decisión de poner el
lugar en cuarentena, ante esto, los pobladores no toman a pecha las
indicaciones, lo cual podría traer consecuencias muy graves para cada uno de
ellos desatando así una lucha por la sobrevivencia y en donde algunas
cuestiones morales como el respeto a la vida ajena entrarán en duda.
Viral es una cinta que propone poco y resuelve menos, es
cierto que cumple con las pequeñas dosis de suspenso que deben contener las
películas que buscan acabar con una buena parte de la humanidad pero tampoco se
atreve a experimentar o ir más allá en la búsqueda de hacer cosas diferentes a
lo ya establecido en sus predecesoras.
El guión parte de presentarnos la relación que tiene Emma
con su hermana mayor, punto que sirve de gancho al espectador pues se echa mano
de la comedia para generar empatía con el dúo y en su momento con la tercia
complementada por el vecino del que está enamorada la protagonista. De ahí se
le suma la característica de que, por una “coincidencia” el padre es un biólogo
especialista en parásitos. La mesa está servida para que la pandemia llegue y
comience a arrasar con la población y determine a los protagonitas.
Cada uno de los personajes está bien estructurado de acuerdo
a las necesidades de la trama que se comienza a plantear. Del mismo modo las
interpretaciones no desmerecen, de hecho es de resaltar que en la cinta aparecen rostros que han sido poco vistos. Es quizá el pretexto de los parásitos el que
termina por resultar un tanto inverosímil y aunque se justifica con una explicación
“científica” la posibilidad de que pueda suceder, simplemente parece impensable
que unos gusanitos puedan acabar en segundos con las personas.
Más allá de eso la cinta, como decíamos antes, nose alejará
del prototipo del género: determinando un par de protagonistas (con una
relación que nace entre ellos) que intentarán sobrevivir, la búsqueda
permanente de un escondite para evitar el contacto con los demás, el contagio
de alguien cercano y la decisión de ayudarlo o acabar con él y sobre el final
pues pobablemente ya lo han inferido.
El detalle de la fotografía es interesante, pues se maneja
de forma que molesta constantemente al espectador, pues tiende a iluminar
parcialmente las escenas, dándole textura a la imagen y sobre todo dejando
algunas sorpresas al espectador debido a que no es posible tener la visión de
todo lo que hay en escena.
En esta tónica, se agradece sobremanera el hecho de que la
cinta opta por no utilizar los ruidos en un volumen estridente para provocar
los sustos del espectador, sino que se inclina por las apariciones sorpresivas
de diferentes elementos y las reacciones impensadas de los personajes para
crear ciertas situaciones en donde se cause cierto miedo (lo cual no se logra
en una buena cantidad de ocasiones, pero realmente se agradece tratar con
elementos distintos a los establecidos por el género).
Hay otro par de detalles que deben mencionarse, el
maquillaje, el cual está bien logrado, luce especialmente en la escena en donde
se realiza una fiesta y en cada una de las personas infectadas. En contraste,
los efectos especiales tienen sus bemoles, en algunas ocasiones están bien
logrados, especialmente cuando se trata de dar vida a los gusanos, mientras que
en otros se antojan un tanto falsos, especialmente cuando son empleados en
planos generales en donde deben provocar desastres más grandes.
En conclusión Viral es una cinta que nos muestra por enésima
vez la destrucción total de la humanidad y la lucha de algunos cuantos por
sobrevivir ante la situación, lo hará siguiendo los modelos ya establecidos
para este tipo de cintas, no busca proponer nuevas soluciones o formas de
narrar estos sucesos, sin embargo, logra plantear una historia que no aburre ni
cansa, pero tampoco podremos garantizar que se convierta en algo memorable.
Viral de Henry Joost y Ariel Schulman, Estados Unidos, 2016, 85 min. Con: Sofia Black D'Elia, Analeigh Tipton, Travis Tope, et. al.
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