Por: Manuel Hernández-Samperio.
Cada año el 15 de septiembre se antoja como una fecha que puede dividir opiniones entre quienes piensan que no hay razón para celebrar la independencia y quienes sacan su orgullo patriótico para festejar a la Nación. Lo que es un hecho es que muy pocas veces la gente se detiene a revisar más allá de la historia oficial para ahondar en lo que hay detrás de las leyendas inculcadas durante la educación (otro tema que le duele harto al país) en donde sólo nos limitan a repetir las fechas importantes.
El tema de la Independencia no es el único, pasa lo mismo con la Reforma, la Revolución el Cardenismo y qué decir de la historia del último siglo, en donde lo más conocido acaso es el movimiento del 68 y eso por los desafortunados hechos que lo rodean. Matria, en todo este contexto, es una pequeña plataforma que busca adentrarse en un pedazo de la historia reciente del país a través de una serie de anécdotas que valen la pena escuchar.
Fernando Llanos, director de este documental encontró entre los archivos de su abuela mucha información sobre Antolín Jiménez, su abuelo. A partir de este descubrimiento decidió indagar sobre la figura que había sido su abuelo y el papel que tuvo en la (re)construcción del país a partir del movimiento revolucionario que acabó con el Porfiriato.
Y sin embargo, la figura de Antolín no es más que la punta del iceberg para ir descubriendo una serie de anécdotas con respecto a cómo se desempeñaba y desarrrollaba la clase política que se benefició de la revolución o incluso un acontecimiento que han dejado de lado: una legión charros dispuestos a luchar contra los nazis en el caso de una posible invasión durante la Segunda Guerra Mundial.
Si bien después de todos los temas que se han mencionado podría dar la impresión de que el documental contiene una infinidad de datos y que por lo mismo se vuelve aburrido podemos decir que es todo lo contrario. La información, lejos de ser cuantitativa opta por un camino cualitativo en donde son las anécdotas y los sucesos alrededor de Antolín Jiménez los que van rigiendo el desarrollo del filme. Más aún, se le agrega una voz en off por parte del nieto (y director) que va narrando y (entre líneas) cuestionando la historia del abuelo.
Es este personaje, pocas veces reconocido y mencionado en la historia "oficial" quien va cargando con el peso de la narración, gracias a él conocemos algunos datos y curiosidades que han ayudado a forjar la nación que tenemos ahora: sucesos y nacionalismos, por dar un ejemplo; pero por otro lado el director tienen el atino de dejarnos ver el lado humano del personaje, lo cual también refleja (o confirma) cómo era la vida de aquellos a "quienes les hizo justicia la Revolución".
No obstante, podría cuestionarse este aspecto, pues auque la cinta lo pone de manifiesto no busca ahondar o criticar frontalmente la institucionalización de la revolución y la forma en que muchos de quienes participaron en ella y supieron hacer amistades se han beneficiado durante los últimos cien años.
Mención aparte debe hacerse al diseño visual de la cinta. La cual combina algunos dibujos creados por el director, material de archivo como recortes de periódicos y fotógrafías, y algunas entrevistas, lo cual es evidencia de la extensa investigación realizada para el producto audiovisual. El ritmo que alcanza gracias a la edición suma a la causa dando un resultado bastante dinámico y digerible.
Sin duda, Matria es un documental con gran valor histórico, en él se pueden encontrar algunas pistas que ayuden a dar las respuestas que necesitamos para saber en qué México estamos parados y, sobre todo, cómo es que llegamos aquí, es probable que el espectador se soprenda por la cantidad de cosas que conocerá de su país. Todo por la patria.
Matria, Fernando Llanos, México, 2014, 62 min.
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