viernes, 1 de julio de 2016

Más fuerte que las bombas. A dónde llevan los traumas de guerra.


Por: Manuel Hernández-Samperio

Los recientes atentados terrosristas en Turquía, que dejaron varias decenas de muertos son una muestra de las noticias o la forma en que Medio Oriente llega hasta nosotros. Por lo común se nos muestran a países "secuestrados" por grupos radicales que buscan imponer la religión como la ideología que debe regir el comportamiento y normas de la gente. De la mano a esta situcaión han venido guerras y oportunistas que buscan "democratizar" a estos países con el discurso de querer salvar a sus poblaciones de dichas organizaciones terroristas. Hablando de las guerras, podemos fijar un punto de partida para hablar de Más fuerte que las bombas, filme de Joachim Trier.

Isabelle (Isabelle Huppert) era una fotógrafa de guerra estadounidense que viajaba constantemente en busca de imágenes que ilustraran lo publicado en su periódico. Al volver del que , según sus palabras, sería su último viaje sufre un accidente automovilístico. Algunos años después, surge la idea de hacer una exposición con su trabajo, lo cual provoca que la familia que había formado deba enfrentarse a los demonios que aún no logran superar, además tendrán que aceptar que lo de Isabelle pudo no haber sido precisamente un accidente.

De esta forma veremos que la relación de Gene (Gabriel Byrne), el esposo, Jonah (Jesse Eisenberg), el hermano mayor y Conrad (Devin Druid), el menor, tendrá que superar las barreras impuestas por la pérdida. Al mismo tiempo nos vamos sumergiendo en un interesante cuestionamiento de las consecuencias de las guerras, no sólo para la población que la padece o los soldados, sino también en las familias que aparentemente no tienen una relación directa con ellas.


Más fuerte que las bombas nos presenta una historia con gran carga emocional, la película está narrada desde diferentes voces, principalmente las de los personajes principales (los cuatro integrantes de la familia) aunque esta herramienta para cntar puede jugar en contra de la cinta, pues al utilizar tantas pequeñas historias van apareciendo más personajes, que si bien aportan cierta información a la trama , también llegan con problemas propios que alargan los episodios para posteriormente quedar sin resolver.

Este exceso de historias y el ritmo empleado alentan la historia, el director comienza por presentarnos a cada uno de los personajes en su entorno propio, pero se encuentran tan aislados uno del otro (a pesar de que comparten espacios) que tardamos en entender hacia donde va la historia, en cómo es su convivencia y cómo enfrentan los problemas. 

A pesar de esto, la cinta ofrece elementos interesantes, especialmente cuando experimente mezclando diferentes formas de narrativa visual y géneros. La introducción de la madre muerta (que es el hilo conductor por el resto del filme) se realiza con guiños hacie el documental; se presenta el denominado efecto Rashomon provocando cierta sorpresa por lo bien logrado que está; o un cambio de ritmo y de estilo, que contrasta con el resto de la película, derivado de la lectura de un escrito realizado por uno de los personajes.


la fotografía es un elemento que puede destacarse pues cambia constantemente, se vuelve más oscura cuando alguno de los personajes pasa por crisis (que es buena parte de la misma) o, donde es más evidente, ayuda a determinar cuando una escena es un flashback. 

Las actuaciones son buenas, Gabriel Byrne en su papel de padre con dificultades para acercarse a sus hijos lo hace bien, pero sin duda es la interpretación de Devin Druid, el hijo menor en quien recaen buena parte de las acciones y quien logra encarnar de muy buena forma a un joven introvertido, de caminar inseguro, y quien difícilmente logra ampliar su círculo de amigos derivado del trauma que le ha significado la pérdida de su madre.


Más fuerte que las bombas es una película con ritmo lento, con una mezcla de voces unidas, en ocasiones muy endeblemente, por el personaje de la madre, que necesita tiempo para ser digerida. Si bien se centra en el planteamiento sencillo de qué es lo que sucede cuando un miembro de la familia hace falta, se va metiendo en problemas psicológicos que van dando pequeños giros que la ayudan a avanzar. Si se la mira en conjunto, podemos ver que esa suma de historias (que no siempre terminan de cerrarse) es una sutil crítica a la visión que pone las guerras e invasiones como algo necesario, pues se centra en las depresiones y traumas que de ella se derivan.

Más fuerte que las bombas de Joachim TrierEstados Unidos, 2015, 103 min. Con: Jesse EisenbergIssabelle Huppert, Gabriel Byrne, et. Al.


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